El pasado mes de julio el Gobierno aprobó la segunda Convocatoria de Ciudades Inteligentes, un plan que cuenta con un presupuesto de 48 millones de euros y del que podrán beneficiarse las entidades locales de municipios de más de 20.000 habitantes de toda España (ayuntamientos, mancomunidades, cabildos, consells y diputaciones), así como las comunidades autónomas uniprovinciales. La convocatoria concibe la ciudad inteligente como una ciudad que integra, de una forma hábil, la economía, las personas, la movilidad, el medio ambiente, y el Gobierno.
La entidad pública Red.es vuelve a ser la encargada de gestionar el proyecto, financiando un máximo del 80% de las actuaciones previstas por los distintos proyectos beneficiarios, que no podrán superar los 8 millones de euros de presupuesto.
Las empresas Open-Ideas y EVM proponen las TIC como herramienta clave para la creación y mejora de estas ciudades inteligentes. Como empresas homologadas para Mentoring de Comercio Electrónico de Redes y con soluciones que unen eficiencia energética, wifi y administración electrónica entre otras, presentan para este concurso un proyecto muy completo que persigue “potenciar el empleo de las TIC en el desarrollo de ciudades e infraestructuras urbanas inteligentes, que garanticen su sostenibilidad en el tiempo y que contribuyan al desarrollo de la economía”, según explica Leonard Pera, director general de Open-Ideas.
El proyecto presentado por las dos empresas tiene como principales objetivo producir ahorros y mejoras de eficiencia en la gestión y prestación, así como mejoras en la accesibilidad de los servicios públicos. También pretende impulsar proyectos de carácter innovador para la ciudad, fomentar la interoperabilidad con distintas administraciones y promover el acceso transparente y universal de los datos públicos de los servicios, para propiciar el crecimiento de la industria y el emprendimiento.
Otro objetivo es impulsar métricas que se concentrarán, fundamentalmente, en la medición de la satisfacción ciudadana y la de sus visitantes, en los ahorros de tiempo, la reducción de costes y la disminución de cargas administrativas. Identificar compromisos de ahorro cuantificables y establecer mecanismos de cooperación con otros ayuntamientos es otra de las metas propuestas, así como crear espacios tecnológicos con entornos TIC interoperables que permitan el desarrollo de proyectos cooperativos e innovadores que faciliten la experimentación, el desarrollo de aplicaciones, el intercambio de buenas prácticas y el uso compartido de herramientas tecnológicas. “En definitiva, nuestro objetivo es ayudar con las TIC a mejorar la vida de los ciudadanos”, resume Pera.
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