A medida que las organizaciones crecen y se diversifican, pueden aumentar los problemas. Los propietarios y gerentes de pequeñas empresas suelen enfrentarse a uno o más de los tres niveles potenciales de conflicto: problemas con los empleados o equipos, problemas de comunicación y organizativos y problemas con toda la organización. A menudo, las causas subyacentes de estos se deben a la falta de una comunicación abierta, fluida o por el mal uso de la estructura organizativa.
Y es que la falta de organización hace que muchas empresas no adquieran la rentabilidad adecuada e incluso fracasen. La gestión adecuada de los proyectos conlleva notorios incrementos en la productividad empresarial y es la resistencia al cambio el comportamiento que origina que no se tomen decisiones que apuesten por las nuevas formas de trabajo basadas en la tecnología. En nuestro país, existe todavía la creencia entre muchos directivos y gerentes de que los logros del pasado pueden servir a largo plazo para conservar sus cuotas de mercado, actitud que bloquea la innovación y el avance en las empresas.
Estudios de mercado
Varios estudios de mercado apuntan a que el buen uso de las redes sociales corporativas puede llegar a doblar el valor potencial de una empresa e incluso incrementar la productividad laboral hasta un 25%. De hecho, más del 80% de negocios de gran crecimiento en Europa ya usa este tipo de plataformas de comunicación.
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