Mantener un seguimiento y control energético es un proceso de suma importancia para las empresas, ya no solo por la mejora medioambiental que esto supone, sino por el ahorro económico y la eficiencia de los recursos usados. Realizar una auditoría energética mejora las cuentas de una empresa y su competitividad, ya que su coste es mucho menor que los beneficios que genera a corto y medio plazo.
“Estamos alcanzando un ahorro comprendido entre el 20 y el 30% del total del consumo de las empresas auditadas, garantizando siempre el cumplimiento del RD56/2016 y el plazo de entrega”, explica Lorenzo Morales, director de Sostenibilidad Energética de Dekra.
El Real Decreto obliga a toda gran empresa -o grupo- con más de 250 trabajadores o una facturación de 50 millones de euros y un balance de 43 millones de euros a realizar la correspondiente auditoría energética de su actividad en España. Estas auditorías tendrán que estar realizadas y firmadas por un auditor cualificado antes del 13 de noviembre. Una vez realizadas, las empresas disponen de tres meses para comunicar al órgano autonómico competente la realización de la auditoría.
Y es que los plazos para realizar estos trabajos han sido objeto de discusión porque se entreveían insuficientes ya hace meses, supuesto que se está confirmando según los últimos datos del sector. Según la Asociación de Empresas de Eficiencia Energética, en julio de 2016, 1.810 de las 3.800 empresas que deben cumplir con el RD56/2016 (47%) no habrían iniciado el proceso de contratación, mientras que solo 716 habían adjudicado ya el contrato.
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