En su histórico viaje alrededor del mundo, la aeronave se abastecerá exclusivamente de energía solar. Esta energía se generará a través de las aproximadamente 17.200 celdas solares situadas en las alas, que -con 72 metros- tienen un tamaño similar al de un gran avión de pasajeros. La aeronave, sin embargo, tan solo pesa 2,3 t.
Volando de día y de noche sin combustible
El nuevo avión contiene numerosas mejoras a raíz de un primer prototipo, que demostró en 2010 que es posible volar día y noche solo con energía solar. Desde entonces, ha completado con éxito numerosos vuelos, entre ellos un viaje reciente de costa a costa por EEUU. El segundo modelo llevará a cabo una serie de vuelos de prueba este año, antes de emprender su gran misión en marzo de 2015.
Bertrand Piccard y André Borschberg, fundadores del proyecto Solar Impulse hace más de diez años, fueron los encargados de presentar la aeronave. Mediante este proyecto, ambos quieren demostrar el enorme potencial de contribución que tienen las tecnologías en materia de eficiencia energética, energías renovables y nuevas soluciones para el transporte.
“La iniciativa Solar Impulse tiene carácter científico e innovador. También tiene una vertiente filosófica, dado su objetivo por concienciar a la sociedad acerca de la necesidad de ahorrar recursos energéticos de nuestro planeta. En línea con su misión Science for a Better Life (Ciencia para una vida mejor), sin Bayer este avión solar no habría sido lo suficientemente ligero y eficiente como para poder volar día y noche sin combustible”, afirmó Bertrand Piccard.
Bayer MaterialScience, socio oficial del proyecto desde el año 2010, se ha comprometido a proporcionar productos y soluciones sostenibles. “El proyecto Solar Impulse demuestra cómo nuestras innovaciones pueden ayudar a preservar el planeta y sus recursos naturales, mejorar la vida de las personas y crear valor”, declaró Richard Northcote, miembro del Comité Ejecutivo de Bayer MaterialScience responsable de sostenibilidad.
Aislamiento de alta eficiencia
La compañía ha contribuido al proyecto con sus conocimientos técnicos y, entre otros, es responsable del diseño de la estructura de la cabina. “Un componente clave de la participación de Bayer MaterialScience es el hecho de que los investigadores hayan sido capaces de llevar este proyecto desde el concepto de diseño hasta su fabricación”, explicó André Borschberg.
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