El Solar Impulse 2 (Si2), el primer avión solar tripulado capaz de volar día y noche a partir de la energía solar que almacena, ha despegado de Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos), con sus dos pilotos a bordo, para dar comienzo su vuelta al mundo sin consumir ni una sola gota de combustible ni generar emisiones contaminantes, gracias, en gran medida, a las innovaciones aportadas por la química. Está previsto que el Si2 haga paradas en 12 lugares, incluyendo India, China, EEUU y Europa o Norte de África, antes de regresar de nuevo a Abu Dhabi.
Han participado en el proyecto importantes compañías químicas como Solvay -uno de los socios principales del proyecto-, Bayer MaterialScience (official partner) y Air Liquide (official supporter).
En el desarrollo del proyecto Solar Impulse, que se inició hace ya 12 años, la contribución de la química ha resultado esencial para la aplicación de nuevas tecnologías e innovaciones en numerosas prestaciones y componentes del avión. Algunas de las soluciones aportadas han sido nuevas técnicas en el campo del aislamiento, revestimiento y presurización, así como los materiales empleados tanto en el equipamiento interior como en el exterior de la aeronave.
Viajando a velocidades entre 50 y 100 km/h, Si2 volará durante 25 días en cinco meses. André Borschberg pilotó los primeros 400 km en la jornada de 12 h, llevando al avión desde Abu Dhabi hasta Muscat (Omán). Entre los principales retos del vuelo, se encuentra el vuelo sin paradas de cinco días completos desde China hasta Hawaï (EEUU).
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