El 26 de mayo, el MAPAMA aprobó el nuevo Real Decreto 533/2017, por el que se regulan los fondos y programas operativos de las Organizaciones de Productores del sector de Frutas y Hortalizas (OPFH), según informa la Asociación Española de Plásticos Biodegradables y Compostables (Asobiocom). Entre las medidas dirigidas a objetivos medioambientales que pueden aplicar las OPFH, se encuentran los films para acolchados biodegradables y los hilos y rafia biodegradables y compostables. Esto es un reconocimiento muy importante para estos materiales innovadores, que aportan una solución útil en el mundo agrícola y son reconocidos por su valor ambiental.
Los acolchados biodegradables y compostables se utilizan en España desde hace años, sobre todo en cultivos hortícolas e industriales (tomate de industria) y presentan las mismas características para el uso en el campo que los acolchados de plástico tradicional. La diferencia clave es que los acolchados biodegradables no se tienen que retirar del campo al final del ciclo del cultivo, porque se biodegradan completamente en el suelo. Esta es una ventaja, ya sea por la reducción de la producción de residuo plástico generalmente no reciclado (las impurezas -como tierra o restos vegetales- pueden llegar a representar el 70% del acolchado recogido) y de potencial residuo de plástico disperso en el terreno, como por el trabajo en el campo (se reducen los costes de mano de obra al final del cultivo).
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