TMPC Co Ltd tiene su sede en una pequeña calle de la ciudad de Taichung, una hora al sur de Taipéi, en la costa oeste de Taiwán. El exterior del local revela poco sobre su historia o el arduo trabajo que hay detrás de su éxito. En el interior, varias máquinas-herramienta CNC, incluido un centro de mecanizado vertical Haas VF-2SS Super Speed, fabrican incesantemente piezas para clientes de todo el mundo.
Iniciativa formadora
Hace dos décadas, Hardus Coetzee, gerente de TMPC, llegó a Taiwán procedente de Sudáfrica como parte de una iniciativa formativa patrocinada por el gobierno.
“Fui una de las 23 personas que vinimos a Taiwán para aprender a ser instructores y enseñar a los locales sin formación previa”, afirma. “Pensé que me permitiría aprovechar mis capacidades como tornero experimentado en la fuerza aérea sudafricana, a la que me había incorporado cuando finalicé los estudios”.
Cuando empezó el curso de tres meses para convertirse en instructor, poco se imaginaba Hardus Coetzee que una de las traductoras taiwanesas de habla inglesa del centro terminaría siendo su mujer y madre de sus dos hijos.
“Lamentablemente, la despidieron cuando en el centro se supo que mantenía una relación con un alumno”, recuerda. “Terminé el curso y volví a Sudáfrica por un corto periodo de tiempo. Unos dos meses más tarde, estaba de vuelta en Taiwán y Frannie vino a visitarme. ¡Nos casamos cuatro meses después!”.
Inicialmente, encontrar un trabajo estable resultó más difícil de lo que parecía. Hardus Coetzee intentó trabajar como profesor de inglés, pero solo duró un mes.
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