Para los amantes de los coches antiguos de todo el mundo, pocas cosas son más alemanas que un motor bóxer Volkswagen (VK) de cuatro cilindros refrigerado por agua, ya sea en un Karmann Ghia, un escarabajo, una Transporter o, en lo más alto de la gama, un Porsche 356. Desde su aparición en 1936, la marca ha ido produciendo variantes del motor durante 70 años. Hoy en día, tanto por su omnipresencia como por su diseño sólido y sencillo, es para los restauradores y los aficionados a las carreras uno de los motores clásicos más accesibles y fáciles de personalizar.
Servir piezas de gran rendimiento para vehículos antiguos que usan el motor bóxer Volkswagen de cuatro cilindros es un gran negocio al que se dedican multitud de proveedores de Europa y EEUU. Una de las empresas más reputadas y con mayor catálogo de componentes de motor, freno y chasis es la alemana Custom and Speed Parts (CSP), afincada en Bargteheide, cerca de Hamburgo. La empresa, fundada en 1987 por Peter Köhmann y vieja conocida de los entendidos en el mundo de los Volkswagen antiguos, fabrica sus piezas con máquinas-herramienta CNC de Haas, componentes que luego prueba en carreras de coches clásicos. Un VW Karmann Ghia Type 34 exquisitamente modificado da la bienvenida en la entrada de la sala de exposición de la fábrica de la empresa, rodeado de otras variantes del motor clásico de VW.
Carreras
El Type 34 de CSP -que la empresa ha modificado profundamente- ostenta el récord del cuarto de milla en su categoría: 8,85 segundos (251 km/h).
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