Siendo, pues, el CN el que atrae la atención de los utilizadores, en el artículo central del número 10 se esbozaban las innovaciones que se han podido observar así como las tendencias en la evolución de los equipos de control. Los distintos elementos que constituyen un equipo de control son objeto de renovación. A lo largo del tema se examinarán las vigencias de ciertas soluciones que se han venido utilizando y la aparición de otras soluciones que en ciertos casos sustituyen a las anteriores.
Tendencias observadas en la evolución del CN
Los constructores de los equipos de control han diversificado sus productos cubriendo una amplia gama de posibilidades. Respecto a la última edición de la Feria Europea se ha observado un afianzamiento del CN. Los numerosos constructores de controles, prácticamente todos ellos, ofrecen armarios de control con alcances parecidos. Resulta difícil establecer una clara diferenciación entre las distintas casas. Estas presentan una gama completa. Lo que se diga para una casa se puede interpretar para el resto.
Donde se nota una clara evolución de los armarios es en su capacidad. Los constructores han extendido sus gamas en dos direcciones: 1) hacia arriba, con una automatización superior, con equipos más complejos, por lo tanto unas aplicaciones más reducidas en número pero capaces de responder a necesidades más sofisticadas; 2) hacia abajo, con equipos más simples que cubren las necesidades de la máquina-herramienta convencional, es decir, para una clientela más modesta pero más extensa.
Los fabricantes asimilan perfectamente estas dos tendencias mediante equipos de una complejidad escalonada. Aparecen controles con módulos opcionales, es decir, con posibilidad de incorporarlos cuando el cliente lo solicite. El equipo básico consta de las funciones clásicas que cubren las necesidades de la máquina convencional.
Un simple examen de los equipos mostrados en la actualidad pone de manifiesto la evolución de la clasificación inicial de los mismos. Dicha clasificación comprendía: punto a punto, paraxial y contorneado. Los equipos punto a punto, en la mayoría de los casos, han evolucionado hacia paraxial y los controles par axiales hacia el contorneado. Por otra parte, en la aplicación ocurre que el control punto a punto tiende a desaparecer. Los taladros actuales llevan unos controles paraxiales en lugar de punto a punto como lo han hecho inicialmente. Los centros de mecanizado que inicialmente se equipaban con paraxial en la actualidad lo hacen con armarios de contorneado.
Estas tendencias contribuyen al desarrollo del empleo de CN. Este desarrollo se verá reforzado en la medida en que los equipos de control sean más simples, fiables, y fáciles de mantener.
Controles con una utilización más sencilla
En esta feria, como en anteriores, el árbitro de la competición ha sido el utilizador. Se ha apreciado claramente el gran esfuerzo que han realizado los constructores de controles para ofrecer equipos que encajan con las aspiraciones de los utilizadores. Estos por su parte insisten en los problemas que presenta el CN en la práctica. En este sentido el obstáculo más serio con el que tropieza el utilizador real o potencial es el de programación. Sin embargo, los constructores de los equipos de control han afinado sus técnicas y se ha podido ver lo fácil que resulta programar en determinados controles. Los armarios clásicos con introducción de datos por cinta perforada han evolucionado a sistemas más complejos en cuanto a la realización, pero de una utilización más sencilla.
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