Los clásicos robots utilizados en la fabricación están dentro de celdas, para proteger de posibles lesiones al personal en las proximidades. Según muchos expertos en manipulación, esta situación ahora está cambiando y la colaboración directa entre humanos y robots será en unos pocos años parte integral de la automatización de la producción. Schunk está trabajando en pinzas domesticadas para escenarios colaborativos y para el campo de la producción. Según muchos expertos, las actividades repetitivas como la carga y descarga de máquinas-herramienta irán siendo asumidas por sistemas colaborativos. Los empleados suelen ser responsables de la gestión de varias máquinas, como piezas acabadas y en bruto, y ahora los robots colaborativos están asumiendo las tareas de carga. En contraste con las soluciones automatizadas convencionales con robots y vallas de protección, las máquinas-herramienta serán totalmente accesibles durante este tipo de aplicaciones colaborativas. Los pedidos individuales y las series pequeñas serán manipuladas personalmente por el empleado. Otro campo de aplicación de los sistemas colaborativos es la manipulación de piezas de trabajo en zonas que entrañan riesgos para la salud, como la inspección por rayos X de piezas de aluminio fundido. La exposición directa a la radiación de la máquina de rayos X puede asignarse ahora a una pinza colaborativa, antes de que el componente se entregue al empleado para su posterior procesamiento personalizado y acabado.
Pinzas con sello DGUV (Seguro Social Alemán de Accidentes de Trabajo)
Según Schunk, cada vez será más habitual en el futuro separar las partes de un proceso y dividir las tareas entre humanos y robots.
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