Afiladora Aragonesa es una empresa que nació hace más de 30 años, en los años 70, para dar servicio de afilado de herramientas a los talleres de la provincia de Zaragoza. En los años 90 la empresa empezó a implantar maquinaria con control numérico y fueron creciendo con el servicio de afilado. Este año hemos dado el salto a la producción de herramienta standard y especial con máquinas automáticas. Para ello cuentan con la gran precisión y calidad de acabados de la afiladora VGrind160 de Vollmer.
La empresa Afiladora Aragonesa fue fundada en la década de los 70 por el padre y el tío de su actual gerente, Marco Antonio Franco para ofrecer servicios de afilado a las empresas y talleres de la zona con la tecnología de la época, maquinaria manual. Marco Antonio, con formación en derecho, se incorporó a la empresa familiar hace ya 20 años para hacerse cargo de la contabilidad y la gestión con clientes y proveedores. “Cuando se jubiló mi tío, se quedó mi padre como socio único del negocio. En estas circunstancias me fui introduciendo un poco más en todas las actividades de la empresa y al jubilarse también mi padre se ha quedado como propietario y yo como administrador-gerente”.
Una evolución desde el control numérico hasta la producción de herramientas
Durante la década de los 90, los dos socios de Afiladora Aragonesa se dedicaron a la especialización en el afilado de control numérico para ofrecer mejor servicio a sus clientes y abarcar más mercado. “Actualmente tenemos cuatro máquinas de afilado de control numérico. En el taller tenemos igual 200 máquinas porque conservamos toda la maquinaria de afilado manual que se utilizaba hace 30 años y que están además en perfecto uso y, como nos dedicamos fundamentalmente a hacer todo tipo de trabajo de afilado tenemos rectificadoras, afiladoras, máquinas para el afilado de cuchillas y equipos de metrología para las mediciones con cámaras de lentes de Zoller para la medición milesimal y para el marcado láser de las herramientas”.
A este parque de maquinaria añadieron la afiladora VGrind160 de Vollmer en febrero de este año. “La idea nos surgió el pasado año pero entre el proceso de selección de la máquina, la compra, la puesta a punto… Como la Vollmer es una máquina que tiene un sistema un poco distinto de producción, y se diferencia de las otras máquinas que tenemos en taller, para tomar la decisión de adquirirla estuvimos haciendo pruebas en la planta de Vollmer en Alemania y la calidad de la máquina en acabado, su capacidad de fabricar incluso microherramientas con precisión aunque sea una máquina grande, fue lo que nos convenció finalmente para incorporarla de nuestro taller. La compramos con cargador para favorecer la automatización de nuestra producción, la dejamos por la noche o al mediodía y la máquina trabaja sola”.
La máquina está en producción desde abril-mayo y, en principio, en Afiladora Aragonesa están muy contentos con ella “porque ha permitido incrementar nivel de facturación, aunque como queremos mantener la calidad, compramos metal duro de calidad, recubrimientos de calidad y el margen de beneficio no es tan grande como correspondería con la facturación pero tenemos buenas perspectivas. Además, hasta la fecha el servicio técnico de Vollmer ha sido fantástico porque tenemos un trato directo con España e incluso con Alemania, con la posibilidad de contacto directo con técnicos si tenemos alguna duda con alguna herramienta y la posibilidad de que en el mismo día nos envíen el plano. La verdad es que el servicio es estupendo. La semana pasada estuvo el encargado de taller en Alemania y ha estado en dos o tres ocasiones realizando formación específica. Por ello, hemos podido continuar con la misma plantilla porque como ya teníamos tres máquinas de control numérico sin cargador, ya estábamos realizando pequeñas
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