Anualmente se vierten al mar alrededor de 8 millones de toneladas de residuos y, aunque la mayoría proviene de fuentes terrestres, los desechos marinos se están incrementando. Se estima que al menos 640.000 t de artes de pesca se pierden o abandonan en los océanos cada año. Estos residuos generan una preocupación creciente para el medio ambiente, como afirma la FAO y el Programa de las Naciones Unidas Para el Medio Ambiente; un problema que se agudiza en el sudeste del golfo de Bizkaia, donde los residuos procedentes del sector pesquero y acuícola representan en torno a un 34% del total de los desechos marinos.
El proyecto Bluenet, liderado por el centro tecnológico Azti, busca precisamente reducir entre un 20% y un 40% los residuos procedentes de fuentes marinas en el sudeste del golfo de Bizkaia.
Bluenet cuenta con la participación de otros dos centros tecnológicos expertos en el reciclado y valorización de residuos plásticos y en el desarrollo de tecnologías del sector textil, como son Gaiker y Next Technology Tecnotessile (Italia), y la empresa Itsaskorda, una pyme fabricante y comercializadora de cabos, redes y cordelería para el sector marítimo, con gran envergadura internacional y que resulta clave para que los cabos fabricados con material reciclado sean validados y aceptados por la industria marítima.
La iniciativa, que arrancó a inicios de este año, tiene una doble vertiente. Por un lado, consiste en almacenar y trasladar a tierra las basuras marinas que quedan atrapadas en las redes de los barcos pesqueros para su correcto procesamiento.
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