A la hora de planificar la mejora de nuestras organizaciones frecuentemente nos vemos atraídos solo por soluciones complejas. Actividades como la organización, el orden y la limpieza pueden ser consideradas por muchos gerentes y responsables de empresas como aspectos triviales o demasiado simples. Son estos conceptos que asociamos al ámbito doméstico y nunca al empresarial. Sin emabargo, estas tres actividades tan secillas en una primera impresión, representan el primer paso que debe dar cualquier organización en su proceso de mejora y una premisa básica e imprescindible para aumentar la productividad y obtener un entorno seguro y agradable.
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