Las paredes y los tejados son cada vez más inteligentes, no solo gracias a la electrónica incorporada. Un grupo de Institutos Fraunhofer alemanes, por ejemplo, está trabajando en materiales aislantes programables hechos de polímeros con memoria de forma: las espumas de alta tecnología están diseñadas para cambiar su forma en función de la temperatura, es decir, para adaptar de manera independiente el tamaño y la permeabilidad al aire de sus canales de flujo según la necesidad de calefacción o refrigeración. Los materiales innovadores para la climatización de edificios tienen una gran demanda: en los países industrializados, la gente pasa cada vez más tiempo en habitaciones cerradas mientras crece la demanda de materiales de construcción que tengan en cuenta la sostenibilidad ambiental y protección frente a incendios.
Ceresana publica ahora su cuarto estudio completo sobre el mercado europeo de materiales aislantes utilizados en la industria de la construcción. En 2019, se utilizaron un total de 233,2 millones de metros cúbicos para aislamiento térmico y acústico en Europa, principalmente lana mineral (lana de vidrio y de roca), poliestireno (EPS y XPS) y poliuretano (PUR / PIR).
Los materiales de aislamiento ahorran energía
Las paredes bien aisladas reducen la cantidad de energía que se requiere para calentar o refrigerar edificios y, por lo tanto, no solo los costes, sino también las emisiones de dióxido de carbono. Por tanto, los fabricantes y distribuidores de materiales aislantes se benefician de las normativas y de los programas de subvenciones que se han introducido en muchos países para mejorar la eficiencia energética.
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