Hoy en día existen numerosas tecnologías (big data, business intelligence, weareables…) que hacen posible integrar y mostrar los datos clave empresariales, la interacción con los clientes, datos provenientes de sensores, datos generados por los propios usuarios mediante dispositivos móviles y weareables, etc., permitiendo tener una visión global de la compañía y, al mismo tiempo, poder profundizar en áreas muy concretas para identificar problemas u oportunidades y mejorar la toma de decisiones, la relación con los clientes y descubrir nuevas áreas de negocio.
Esta nueva realidad promueve la generación de modelos de negocio completamente nuevos donde hay un ingrediente fundamental: la innovación, que bien puede llegar a través del uso de nuevas tecnologías y herramientas o a través de nuevas formas de pensamiento.
Algunas de estas nuevas tecnologías y conceptos tienen cabida en el sector servicios, pero para que este cambio se lleve a cabo es importante que los estrategas de las compañías creen planes alrededor de las nuevas formas de interacción y los nuevos modelos de negocio; solo así se harán realidad las empresas del siglo XXI.
Estudios como el nuevo informe de McKinsey sobre Internet of Things, que intenta determinar de manera exacta cómo la tecnología de IoT puede aportar valor económico real, deben ser de lectura obligatoria para estos profesionales.
Principal conclusión
La principal conclusión de este informe es que el actual mundo hiperconectado puede llegar a subestimar el potencial total de IoT, que se estima que tenga un impacto económico de 4 a 11 trillones de dólares en 2025.
Sin embargo, a pesar de la importancia de ser visionario, también es importante no centrarse únicamente en este tipo de ideas y que las empresas no olviden el presente y sus necesidades tradicionales.
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