Con su alta resistencia química y térmica, los cojines metálicos son una alternativa razonable a los componentes de elastómero. La elasticidad y amortiguación de la malla de alambre se basa en la interacción de los segmentos de alambre individuales durante la deformación, un mecanismo que también se refleja en la modificación de las propiedades eléctricas. Los investigadores del Instituto Fraunhofer de Durabilidad Estructural y Fiabilidad de Sistemas LBF han aprovechado este efecto con un nuevo concepto de sensor. La nueva tecnología de sensores se puede integrar de forma rentable y sin necesidad de espacio en sistemas existentes y detecta directamente vibraciones y cargas. Se pueden monitorizar los procesos y las condiciones de los rodamientos y cuantificar las fuerzas dinámicas de los rodamientos con medios sencillos. Se puede aplicar en la construcción de vehículos y maquinaria, así como en la tecnología de medición y ensayos.
Sensores personalizados para una integración de funciones exclusiva
Una propiedad de los cojines metálicos que no ha recibido la suficiente atención hasta la fecha es su conductividad eléctrica. Varía con el estado de la deformación, lo que influye en el número y la presión de las superficies de contacto dentro de la malla metálica. La medición de la conductividad o de la resistencia eléctrica permite extraer conclusiones sobre la deformación del elemento de soporte y las fuerzas predominantes en su interior. Partiendo de esta idea, un equipo interdisciplinar de Fraunhofer LBF ha desarrollado un novedoso concepto de sensor en el que los cojines metálicos, además de su papel tradicional como elementos estructurales, también permiten el análisis de las vibraciones y la determinación de fuerzas de apoyo estáticas y dinámicas. La patente, obtenida con éxito, subraya la singularidad de este concepto innovador de integración de funciones.
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