Hace dos años, Tornos lanzó su sistema ACB (Active Chip Breaker). Esta tecnología de mecanizado permitía gestionar mejor las virutas durante el proceso mediante una función de software que programaba una interrupción en el proceso de corte con el fin de lograr una rotura eficiente de la viruta. Hoy en día, Tornos pretende aumentar su productividad a un nivel superior con ACB Plus, mejorando al mismo tiempo la calidad de la producción.
El sistema ACB Plus está basado en una tecnología de baja frecuencia que permite que los ejes longitudinales vibren de forma sincronizada con el husillo de la máquina. Esto causa una breve interrupción del proceso de corte para poder romper las virutas de forma controlada. Con ello se logra gestionar la generación de virutas, ni más ni menos.
Esta tecnología abre nuevas posibilidades de mecanizado. Puede aplicarse para piezas de formas y materiales muy variados, y es ideal para mecanizar materiales difíciles de trabajar, como Inconel, aceros inoxidables, cobre y plásticos. Al reducir los problemas relacionados con estos materiales, como son los casos en los cuales las virutas son largas y se enredan, con la tecnología ACB Plus el proceso de mecanizado es un proceso seguro, a la vez que aumenta la disponibilidad de la máquina.
Dominar todo el proceso de mecanizado
Además de realizar las tareas convencionales del mecanizado lineal, la tecnología ACB Plus de Tornos permite gestionar varios tipos de mecanizado, incluyendo el mecanizado de formas cónicas, arcos y taladros. Es muy fácil de usar y puede activarse simplemente introduciendo un código G en el programa de la pieza. Mediante la configuración de distintos parámetros, puede modificarse la amplitud y la frecuencia de oscilación y lograr así un ajuste preciso adaptado a los requisitos de cada pieza, evitando que las virutas se enreden.
Sus ventajas
- Gestión programable para el control de la rotura de la viruta mediante una rotura continua de virutas durante el proceso de corte.
- Prevención de enredo de virutas o de su enganche en la pieza o en la herramienta.
- Reducción considerable de los requisitos de refrigerante a alta presión.
- Ideal para materiales difíciles de mecanizar y materiales maleables que generan virutas difíciles de controlar.
- Mejora de la eficacia de los taladrados gracias al reducido tamaño de las virutas.
- Aumento considerable de la productividad y de la seguridad en el proceso de mecanizado.
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