La potencia, la precisión, la exactitud, la velocidad, etc. de una máquina-herramienta afecta a la calidad y al coste de las piezas que producen. A la hora de definir la constitución de una máquina hay que tener en cuenta una gran cantidad de factores para satisfacer las exigencias para las que va a ser destinada. Los factores así como las exigencias están evolucionando de manera muy rápida por exigencias de los mercados y las evoluciones tecnológicas. Como ejemplo de estas evoluciones tecnológicas está el incremento de precisión en los diferentes procesos de mecanizado que en muchos casos hace que se pueda conseguir la misma precisión por diferentes procesos. Por otro lado, están las máquinas multifunción que sobre una misma estructura (arquitectura) de máquina son capaces de integrar diferentes tecnologías de mecanizado y otras.
Si antiguamente conseguir la calidad de una pieza dependía de la habilidad del operario, hoy en día hay una mayor dependencia de la precisión de la máquina y consecuentemente de la calidad y prestaciones de sus componentes. Es por ello que vamos a realizar una aproximación al conocimiento de los componentes más transversales a las máquinas-herramienta como son las estructuras, los accionamientos, bajo la perspectiva de sistemas de guiado, husillos principales, motores y actuadores, etc. Vamos a intentar dar un breve recorrido por las diferentes alternativas con las que nos encontramos actualmente dentro del mundo de la máquina-herramienta.
Estructuras, bancadas, armazones….
La bancada es el soporte de todos los elementos (carros, cabezales,...) de la máquina. De la bancada depende, en gran medida, la rigidez y estabilidad de la máquina, por lo tanto tiene que estar diseñada para soportar los esfuerzos de mecanizado a los que va estar expuesta. La forma del armazón depende de la posición, longitud y orientación de los ejes de la máquina. Algunos de los factores que hay que tener en cuenta en un armazón son: resistencia a la deformación, resistencia al impacto y a la rotura, la expansión térmica, la absorción de vibraciones, la resistencia a las condicione del entorno y el coste.
Es de vital importancia tener en cuenta, sobre todo, la rigidez y el amortiguamiento de las bancadas ya que afectarán a la funcionalidad de la máquina. Esto está relacionado con la capacidad de la máquina a soportar las fuerzas estática y dinámica durante los esfuerzos que se producen en el mecanizado. Las fuerzas estáticas del corte, añadidas a las masas de las partes de la máquina y la pieza a trabajar producen deformaciones y distorsiones que producen errores en el producto final. Las fuerzas dinámicas son el resultado de cortes intermitentes y la variación regenerativa del espesor de las virutas. Esta carga puede dar lugar a vibraciones forzadas o chatter que afectan a la calidad del producto final y a la vida de la herramienta.
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