Un tercio de los alimentos que se producen cada año en el mundo acaban en la basura y muchas veces en buen estado. Esto supone que se generen 1.300 millones de toneladas de comida y residuos aprovechables, según los datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la Alimentación y la Agricultura, más conocida como FAO. Al mismo tiempo una de cada nueve personas en el planeta pasa hambre y sufre desnutrición, tal y como apunta la ONU.
El desperdicio alimentario conlleva, además, graves consecuencias ambientales, como el agotamiento de las tierras de cultivo, deforestación, utilización de fertilizantes químicos y pérdida de diversidad biológica, así como elevados niveles en el consumo de agua, energía y generación de residuos, que tienen un efecto negativo en el cambio climático y el calentamiento global. Con la finalidad de revertir esta situación, Bureau Veritas presenta la certificación del sistema de gestión para la minimización del desperdicio alimentario.
“Desde Bureau Veritas, ofrecemos una certificación propia, basado en un sistema de gestión de mejora continua, para que todas las organizaciones agroalimentarias afronten la minimización de los residuos alimentarios de una forma eficaz. El alcance de este esquema incluye los residuos generados por los restos de los alimentos y puede incluir, opcionalmente, residuos de envases y embalajes.
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