En las siguientes páginas de recogen las aportaciones de nuestro panel de expertos sobre presente y futuro de la microproducción. Se indica que según el estudio realizado en 2004 por la Organización Europea Nexos (Red de excelencia en microsistemas multifuncionales) la previsión del mercado de componentes involucrando microfabricación prevista para el año 2009 era de 52.000 millones de dólares. Esta previsión, que evidentemente se habrá visto afectada por la crisis, da una idea del volumen de trabajo en este sector a nivel mundial. Además de la potencialidad del sector, se comentan los productos demandados, los procesos de fabricación, el equipamiento más adecuado (máquinas, herramientas, sistemas de medición…), estrategias de producción (tamaño, calidad, acabado, diseño y programación) y principales tendencias.
La microproducción es una actividad en auge. En la actualidad, los sectores que más están demandando la fabricación de microcomponentes son electrónica, óptica, medicina, automoción y relojería. Sin embargo, por madurez de los mercados y concentración geográfica de los productores, la posibilidad de negocio para nuestras empresas encaja mejor en la fabricación de piezas y componentes para el sector de la salud y el óptico. El volumen de negocio de esta actividad, con cifras a nivel mundial del 2008, se sitúa en: 8.400 millones de dólares el Dental, 27.900 millones de dólares el Ortopédico, 10.900 millones de dólares los Sistemas cardíacos, 7.800 millones de dólares el Auditivo y 7.500 millones de dólares el Óptico, centrado en exclusiva a la salud.
El equipamiento más adecuado
Lo primero que hay que ver es la diferencia entre micro y precisión, que muchas veces se confunde. Lo micro es pequeño, pero muchas veces la oportunidad es hacer cosas precisas, cuya precisión depende del tamaño. Sorprende ver que en muchas ocasiones no se conocen aspectos fundamentales como la rigidez estática o dinámica de una máquina, que puede ser de 20 a 140 N/micra, con el efecto tan importante que tiene en la precisión final. Muchas veces sacar una centésima en varios metros es un esfuerzo muy superior al de sacar media en un tamaño reducido. En precisión el mercado es enorme, mucho más grandes que el de micro, y es donde existe una posibilidad de desarrollo importante. Aspectos a desarrollar:
- Temperatura del taller, que debe ser de 20º con oscilaciones menores a 2 grados, entre estaciones y entre horas.
- Control del error volumétrico en grandes espacios de trabajo.
- Control del runout o descentramiento de la fresa: con runout habituales de 10 micras no se pude llegar muy lejos.
La precisión es una cultura dentro del taller, es tener la visión del sistema de fabricación como una suma de incertidumbres, donde cada aspecto está sujeto a una función de distribución (media y desviación). Los alumnos de la ETSI de Bilbao deben aprender estos principios con esfuerzo, dado que la visión de los alumnos/técnicos es naturalmente determinista. Un acierto ha sido el desafío Euspen, concurso en España que han ganado en la fase nacional tres alumnos de esta escuela. Su mayor valor puede resumirse en la asunción por parte de los alumnos de una variante del lema cartesiano “mido luego existo”, esto es, lo único que sabemos de las cosas es que las queremos y podemos medir.
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