Tanto por parte de los trabajadores como de las empresas, es necesario que se tengan conocimientos digitales para competir en el mercado laboral. Tal y como refleja el Informe Tecnologías Disruptivas 2021 de IEBS Business School, España se encuentra en el puesto 13 de 28 en el ranking europeo de “Integración de la tecnología digital en las empresas”, por lo que todavía existe un largo camino por recorrer para que las compañías españolas logren retener el talento y ser competitivas en este aspecto. Además, el Informe Final del Progreso hacia la Década Digital de la UE, presentado por Vodafone, demuestra que este año España cuenta con 730.000 especialistas en Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC). Sin embargo, el objetivo es alcanzar un total de más de dos millones de profesionales de este sector en 2030, por lo que la formación y especialización de los trabajadores en tareas digitales resultará fundamental en los próximos años.
La implantación de tecnologías digitales comporta numerosas ventajas. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OECD) indica que las empresas integrantes de este ámbito suelen tener mejores habilidades técnicas y organizacionales y consiguen beneficios de productividad relativamente más altos. “Las empresas, por su actividad o por su manera de organizarse, no pueden dejar escapar el valor competitivo que aportan las nuevas tecnologías. Es por ello que, si ya es importante gestionar el talento dentro de tu empresa, el talento digital aún más. Ya que, si lo dejas escapar, por su dificultad a la hora de reemplazarlo, se convierte en un problema bastante importante para la empresa”, explica Marco Antonio Guerra, coordinador del Departamento de Selección de S&you.
El talento digital resulta cada vez más demandado. De hecho, Linkedin establece que han incrementado un 61% las contrataciones de expertos en marketing digital. Las empresas lo saben y ofrecen ventajas de cara a que los trabajadores se decanten por una u otra compañía. “Según mi experiencia, los principales argumentos no varían de otro tipo de perfiles, sino que hay mecanismos a corto y largo plazo. A corto, pueden ser teletrabajo, libertad para organizarse o beneficios sociales. Y, por supuesto, una gestión de RRHH eficaz, dándoles una motivación, sensación de pertenencia, de ser parte de un grupo… Y, a largo plazo, ofreciéndoles un proyecto que se mantenga en el tiempo, en el que haya una formación y un plan de carrera continuados dentro la empresa. Y, por descontado, no debemos dejar de lado la relevancia de las condiciones económicas. En definitiva, se trata de, siempre que esté en tu mano, ofrecerle algo que no pueden los demás”, afirma Marco Antonio Guerra.
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