La combustión de combustibles fósiles convencionales representa una gran parte de las emisiones mundiales de CO2. Se critica mucho a los cruceros y buques mercantes por contaminar el medio ambiente con gases residuales y combustibles pesados tóxicos. Por ese motivo, investigadores del Instituto Fraunhofer de Tecnología Medioambiental, de Seguridad y Energía UMSICHT en Oberhausen (Alemania) han estado buscando combustibles alternativos amigables con el clima. Ahora pueden fabricar un biocombustible renovable que se puede convertir en gasolina, diésel e incluso queroseno para aviones. Este combustible sintético reduce las emisiones de gases de efecto invernadero hasta en un 30% en comparación con los combustibles fósiles. También provocan menos emisiones de hollín.
Bioetanol hecho a partir de paja de trigo
Los investigadores de UMSICHT están fabricando hasta 20 l de biocombustible a la semana en una planta experimental. La materia prima es bioetanol procedente de paja de trigo.
El biocombustible tiene mucha potencia, como han confirmado investigadores del Instituto Fraunhofer de Tecnología Química ICT en Pfinztal (Alemania). Situaron motores comerciales estándar en un banco de pruebas para realizar ensayos con el nuevo combustible, valorar la potencia del motor y medir los gases residuales con instrumentos de precisión. Estas lecturas se tomaron a diferentes niveles operativos, durante arranques en frío, bajo diferentes cargas y a diferentes velocidades de motor.
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