Los dos últimos años han presentado uno de los climas económicos más difíciles en la historia reciente, y prácticamente cualquiera ha sentido sus efectos. El mercado se ralentizó, los productos domésticos globales se desplomaron y los negocios se pelearon por encontrar estrategias que les permitiesen sobrevivir. Mientras las recesiones precedentes tendieron a ser locales o regionales, ésta fue global. Rápidamente se extendió a lo largo del globo y de todas las industrias, demostrando que la economía, hoy en día, está interconectada globalmente. Muchas compañías se vieron afectadas y tuvieron que tomar decisiones claves para continuar siendo competitivas o, simplemente sobrevivir.
El informe de Lawson Software describe lo que se ha aprendido de más de 160 ejecutivos de empresas de fabricación y distribución de Europa y Norteamérica. Permite vislumbrar las acciones que las compañías han tomado para mantenerse competitivas durante los pasados 18 meses, así como las decisiones que están tomando para asegurar un futuro exitoso.
Cuatro cuestiones motivaron la investigación:
1. ¿Cómo se las arreglaron las empresas durante la crisis?
2. ¿Cómo pidieron préstamos e invirtieron?
3. ¿Cuáles fueron los desafíos más difíciles de la cadena de suministro?
4. ¿Cómo se sienten acerca del futuro?
“Resulta tranquilizador comprobar que, según los resultados de la encuesta, hay múltiples casos de éxito en el sector de fabricación y distribución. Podemos achacarlo a las actividades comerciales proactivas y a inversiones inteligentes en estos periodos tan duros”, comenta Charlotte Darth, directora de Marketing para Fabricación y Distribución de Lawson.
Además, añade: “Por lo que respecta al futuro, la mayoría de los participantes se mostraron moderadamente optimistas o tranquilizadoramente positivos. Fueron pocos los pesimistas”.
Operar en el clima actual
“Los tiempos duros exigen medidas duras”, dice el dicho. Durante las crisis económicas, las medidas duras se han traducido tradicionalmente en la forma de reducciones de salario, reducciones de stock e incluso reducciones de plantilla. ¿Pero es realmente de esta manera como reaccionaron las compañías de fabricación y distribución durante la más reciente crisis económica? Y si es así, ¿qué medidas fueron tomadas de manera más frecuente?
No sorprendentemente, los resultados muestran que, en total, el 85% de los ejecutivos “fueron forzados” a realizar recortes de alguna manera durante los dos últimos años. La acción más frecuente que se tomó fue realizar los procesos más eficientes: el 86% de los entrevistados dijeron haber tomado esta medida. Otra estrategia empleada comúnmente fue hacerse más pequeñas. El 76% de las empresas del estudio aseguraron haber reducido la cantidad de stock que tenían, el número de empleados, o ambas.
Muchas veces, reducir el número de empleados significó emplear a subcontratados. Otras veces, significó despedir personal. Los líderes de negocio fueron sensibles a la noción de que reducir el staff significa riesgos para los clientes. Tal como señaló un líder de una empresa alemana, “los empleados son considerados los que pueden hacer los procesos más eficientes. Mantener a los empleados crea una fidelidad del cliente más fuerte”.
El 36% de las compañías que respondieron a la encuesta admitieron que habían tenido que reducir tanto el stock como el número de empleados.
La reducción de precios fue el método menos común de adaptarse a la economía, con un 20%. Un mayor porcentaje de entrevistados (29%) subió los precios y el 24% incrementó el gasto de capital. Otro 15% continuó contratando e incrementó la nómina de personas.
Organizar la cadena de suministro
Un buen proveedor hace a sus clientes más fuertes, que es por lo que encontrar proveedores fiables y organizarlos efectivamente añade tanto valor al negocio.
Los encuestados fueron preguntados acerca de las barreras para organizar sus cadenas de suministro de manera efectiva y sobre los problemas con que se encontraban con los proveedores y las consecuencias que estos problemas tenían en su negocio.
Cuando fueron preguntados acerca de problemas específicos en la cadena de suministro, el problema más comúnmente mencionado fue el fracaso a la hora de satisfacer los tiempos de envío. Otros problemas incluyeron los precios crecientes de los proveedores, ser inflexibles, cierre del negocio, cambiar la propiedad o ser demasiado lentos a la hora de innovar.
Dos de los quebraderos de cabeza de la cadena de suministro –cierre del negocio y no mantenerse al ritmo de los requerimientos en cuanto a innovación- sólo tuvieron efectos menores u ocasionales en las empresas encuestadas. Otras acciones del proveedor, sin embargo, fueron más tóxicas. Fallar en el envío a tiempo con frecuencia y los incrementos en el precio hicieron perder ingresos u oportunidades de ventas. Ser inflexible fue citado menos comúnmente, pero, cuando la inflexibilidad creó problemas, generó pérdidas de oportunidades de manera frecuente. Esto es particularmente pernicioso porque perder una oportunidad con un cliente a menudo significa perder oportunidades subsecuentes. Los efectos de la inflexibilidad en la cadena de suministro pueden parecer que son pequeños, pero, mirando detenidamente, pueden ser más dañinos de lo que parecía en un principio.
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