Trabajar para lo que podría denominarse “mecanizado general” puede ser una postura ventajosa en los primeros años de andadura de una empresa, ya que bajo esta visión una empresa no se constriñe a un sector del mercado demasiado concreto. Pero, en general la vida de estas empresas es dura al depender siempre de otras empresas con producto propio. En las siguientes páginas de recogen las aportaciones de nuestros expertos sobre presente y futuro de esta actividad. Además de repasar la potencialidad del sector en dificultades, se comentan los productos demandados, los procesos de fabricación, el equipamiento más adecuado (máquinas, herramientas, sistemas de medición…), estrategias de producción (tamaño, calidad, acabado, diseño y programación) y principales tendencias.
Una manera de iniciar el camino
Primeramente podemos pensar que el constituir una pequeña empresa y definir como objetivo de su producción el que podríamos denominar “mecanizado general” puede ser una postura ventajosa en los primeros años de andadura, ya que bajo esta visión una empresa no se constriñe a un sector del mercado demasiado concreto. Es una forma de comenzar a penetrar en diferentes sectores industriales (automoción, aeronáutica, eólico, naval…) sin necesidad de realizar una inversión en maquinaria muy específica para un tipo de sector muy concreto. Quizás más adelante pueda ser el momento de especializarse en más detalle, según la coyuntura y cómo se va viendo el entorno.
Se asegura una carga de trabajo diversificada y que aporta experiencia en cuanto a mecanizado, conociendo las dificultades que presentan los materiales empleados por cada sector para la realización de sus piezas, las principales características geométricas y de precisión que éstas requieren. Por otro lado, el aspecto empresarial, favoreciendo la observación de cada sector y ganando terreno en el difícil mercado actual. A medida que el tiempo transcurra lo normal es que la empresa se defina por una mayor especialización, bien porque el volumen de los trabajos se va haciendo superior en un sector especifico, porque se realizan inversiones en maquinaria que se adapta mejor a una tipología de piezas características o porque al disponer de una visión general de los distintos mercados hay alguno que se ajusta mejor a la filosofía de trabajo de la empresa. Sin embargo, mantener cierta versatilidad es interesante, diversificar es asegurarse un poco la vida en tiempos de crisis.
En la actualidad la crisis económica está afectando a la producción de la gran mayoría de los sectores demandantes de mecanizados. La crisis ha provocado que empresas con instalaciones obsoletas, que podían hacer frente al día a día sin necesidad de abordar una renovación de la maquinaria, se hayan visto obligadas a plantear la compra de nuevas máquinas. Otra opción muy empleada en estos últimos años ha sido el “retrofiting”, consistente en actualizar las máquinas ya existentes, conservando algunas partes de éstas como la bancada, columna, etc. e integrando nuevos motores, husillos, sensores, etc. El propio retrofiting es una actividad interesante en sí mismo.
Ahora se comienza a apreciar un ligero repunte de la demanda, aunque se percibe un cierto temor a que esta tendencia no sea más que un espejismo, pero independientemente del tipo de aplicación existe la necesidad de seguir fabricando. Y china o india no van a poder realizar todo el trabajo.
Productos demandados
El mecanizado general trabaja bajo plano y con pedidos concretos, donde el tiempo de entrega desde que se recibe la primera noticia de pedido hasta que se entrega debe ser lo más corto posible. Evidentemente, no se tratará de piezas de automoción para grandes tiradas, dado que este sector requiere unos niveles de producción superiores y fuera del alcance del pequeño taller. El sector de automoción requiere unos niveles de automatización muy importantes, que deben ser en cierta forma compatibles con la alta producción.
Podríamos citar varios sectores de interés: sistemas auxiliares de bombeo, hidráulica, material eléctrico de alta y baja tensión, utillajes especiales, etc. También existe la posibilidad de ser subcontratados por el sector aeronáutico para la producción de componentes del fuselaje o de sistemas auxiliares.
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