El sector del automóvil experimentó en 2018 una caída global en producción y ventas, según el informe sobre automoción de 2019 de Torres y Carrera (TYC). Es la primera vez que se produce esta situación sin estar relacionada con una crisis económica. Desde esta perspectiva, 2018 supone un punto de inflexión: nuevos hábitos en la movilidad, mayor conciencia sobre el cambio climático y conceptos como el carsharing colocan a la industria automovilística ante un cambio de paradigma histórico. No se trata solo de enfrentarse a un mundo con menos vehículos circulando; hay que tener presente el impacto económico y laboral que se cierne sobre el sector que ha liderado el empleo industrial durante los últimos 100 años.
Producción: caída generalizada
En 2018, la cifra total de vehículos fabricados en el mundo fue de 95.634.593 unidades, lo que representa una caída del 1,1% respecto a 2017. África se ha convertido en el único continente que presenta mejoras significativas en la producción, con un porcentaje del 12,1% de aumento (1.125.636 vehículos).
El primer trimestre del año arrancó con uno de los golpes más importantes a los que tuvo que hacer frente el sector durante 2018. En marzo, los dos gigantes, EEUU y China, entraron en guerra comercial. La pugna deja a los continentes Asia y Oceanía como los más desfavorecidos, con una producción total de 52.266.852 y un descenso del 2,1%. China representa la caída más fuerte para el territorio desde la crisis de 2008, con una producción total de 27.809.196 (4,2% menos que 2017).
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