El aumento de la productividad se asocia generalmente a optimizar los flujos productivos mejorando los medios productivos, cambiando los parámetros que afectan a la fabricación, etc., pero actualmente hay otro concepto que entra en el juego y es la digitalización de los medios y procesos. Esto nos está llevando hacia el concepto de fábrica inteligente que representa un salto de la fabricación tradicional a un sistema conectado y flexible, uno que emplea datos de operaciones y medios de producción conectados que permitan aprender y adaptarse a las nuevas necesidades de producción.
El concepto y utilización de la conectividad dentro de un proceso de fabricación no es algo nuevo. Sin embargo, el surgimiento de la cuarta revolución industrial, la Industria 4.0, y la convergencia de los mundos digital y físico, han hecho que sea cada vez más posible conseguir la transformación de la fabricación. El cambio de las operaciones de la fabricación lineal y secuencial a un sistema abierto e interconectado de operaciones sienta las bases de cómo las empresas competirán en el futuro. Pero es necesario que las empresas desbloqueen varias capacidades instauradas en su organización como: integración horizontal a través de los sistemas operativos que impulsan la organización; integración vertical a través de los sistemas de fabricación, ya existentes en la empresa, conectados; e integración a lo largo de toda la cadena de valor.
La fábrica inteligente representa un salto adelante de la fabricación más tradicional a un sistema completamente conectado y flexible, uno que puede usar un flujo constante de datos de operaciones conectadas y sistemas de producción para aprender y adaptarse a las nuevas demandas. Una verdadera fábrica inteligente puede integrar datos desde medios productivos y humanos de todo el sistema para impulsar la fabricación, el mantenimiento, el seguimiento de inventario, la digitalización de operaciones y otros tipos de actividades en toda la red de fabricación. El resultado será un sistema más eficiente y ágil, menos tiempo de inactividad de la producción y una mayor capacidad para predecir y adaptarse a los cambios en las instalaciones o en una red más amplia, lo que llevará a un mejor posicionamiento en el mercado competitivo.
Fabricación inteligente
La fabricación inteligente es la integración de tecnologías y de procesos de fabricación inteligentes para resolver problemas de fabricación. Se refiere a la representación y el aprendizaje del conocimiento, la percepción y el análisis de la información y la toma de decisiones inteligente y la ejecución de las actividades de fabricación a lo largo del ciclo de vida completo de los productos para realizar la deducción del conocimiento, la detección dinámica y la toma de decisiones autónoma con respecto al proceso de fabricación, los sistemas y equipamiento. La fabricación inteligente incluye todos los aspectos de la producción, incluido el diseño, el procesamiento y el montaje inteligentes.
La fabricación inteligente implica la aplicación de la inteligencia en tres niveles: fabricación de productos, procesos de fabricación y herramientas de fabricación. Una base de conocimientos, detección dinámica y toma de decisiones autónoma constituyen los tres elementos centrales de la fabricación inteligente. Es una etapa más avanzada dentro de la fabricación y se realiza sobre la base de la fabricación digital. Por lo tanto, las tecnologías de fabricación digital como la gestión de datos de productos, la fabricación virtual, la autonomía de la automatización, la creación rápida de prototipos, la detección asistida por ordenador y el control digital son las tecnologías básicas para la fabricación inteligente. Sin embargo, la fabricación inteligente se basa en el conocimiento y el razonamiento, mientras que la fabricación digital se basa en el procesamiento de datos e información.
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