Más de 50 años componen la historia de Pierburg Carbureibar. En 1957 nació en Eibar, y hoy ninguno de los dos componentes de su nombre escribe ya el presente de la empresa. En 1971 trasladó la planta a Abadiño y el carburador es solo un producto del pasado. Hoy son las válvulas de aire secundario y válvulas de recirculación de gases de escape (EGR) sus principales productos. Pionero y referente en el Grupo al que pertenece en ámbitos de producción, ingeniería y gestión ha sabido rodearse de proveedores con los que comparte una misma filosofía de mejora continua e innovación. Maquinser, con quien inició su relación hace 20 años, en 1989, le ha suministrado todas las máquinas actualmente en producción, más de 50 equipos de control numérico.
El inicio de una estrecha colaboración
En ese momento Carbureibar entra en contacto con Maquinser y ambas empresas empiezan a colaborar en un proyecto con máquinas Matsuura. La cultura japonesa de colaboración y confianza entre cliente y proveedor encajó perfectamente en la filosofía de la empresa. “Para la caja de la válvula de mariposa elaboramos un desarrollo con una máquina de doble cabezal con la que un operario era capaz de atender todo el proceso en un tiempo de ciclo de pieza de menos de medio minuto”.
Para lograr este nivel de productividad es fundamental el diseño del proceso y de los utillajes. En concreto, el que se utilizó para este proyecto fue una auténtica obra de arte de la ingeniería. En una estructura en rombo se mecanizaban 32 cajas de mariposa en una máquina Matsuura con dos palets. En este utillaje cada pieza tenía su amarre hidráulico, sus dos cilindros… todo en un cubo de diámetro máximo de 450. “Tuvimos que diseñar el proceso con cambio de palet para lo cual realizamos los platos divisores con toda la hidráulica y los cables eléctricos que entraban y salían en la máquina”. Lo dicho, una verdadera obra de arte de la mecánica que logró sorprender a propios y extraños. De hecho, los clientes de la firma felicitaron esta muestra de ingenio.
Más cambios en la producción
Pierburg Abadiño demostró que podía competir con las válvulas de mariposa. Parecía lógico que la planta continuara con la producción, pero no fue así. Fue nominada la planta de Berlín del Grupo para continuar con esta línea de producto. “Teníamos que buscar piezas para llenar el vacío de producción. Así, hicimos bombas de vacío, piezas de alta precisión, pero también fue una andadura efímera en el tiempo. Finalmente, además de algún otro producto, nos centramos en la fabricación de válvulas de aire secundario y válvulas de recirculación de gases de escape (EGR) que son actualmente nuestros principales productos”.
Para poder ver el contenido completo tienes que estar suscrito. El contenido completo para suscriptores incluye informes y artículos en profundidad
