Wispatech reequipa una máquina de casi 20 años de antigüedad con un sistema MQL de Knoll para un mecanizado más productivo

Incluso las máquinas-herramienta más antiguas se benefician del reequipamiento con sistemas de lubricación con cantidades mínimas (MQL), especialmente cuando se trata de lubricación seca por aerosol (ATS). Así lo confirma también Julian Wiegold, profesional del mecanizado y propietario de Wispatech, empresa ubicada en la localidad alemana de Kaltenkirchen. Con Knoll AerosolMaster, ha conseguido reducir el tiempo de mecanizado hasta en un 50% en una máquina de casi 20 años de antigüedad al taladrar y fresar placas de aluminio sujetas por vacío.

Julian Wiegold es un apasionado del mecanizado; mecánico de motores aeronáuticos de formación, vivió inicialmente esta pasión durante unos años en su casa, en su taller, paralelamente a su trabajo en la industria aeronáutica. Sin embargo, su “trabajo de tarde” de mecanizado, que empezó a desarrollar en 2009, empezó a atraer a cada vez más clientes, por lo que, en 2014, optó por hacerse completamente autónomo y fundó en Kaltenkirchen la empresa Wispatech. En la actualidad, emplea a nueve personas y fabrica sofisticados componentes para una amplia gama de sectores industriales, así como sus propios productos, como, por ejemplo, ejes lineales y placas de sujeción por vacío.

Entender el mecanizado para desarrollar soluciones
Lo que más le gusta a Julian Wiegold es enfrentarse con intensidad a tareas de mecanizado exigentes, así como diseñar los procesos de forma óptima. Es aquí donde entran en juego su gran experiencia y creatividad; así lo deja patente, entre otros, la niña de sus ojos: la Maximart VMC 105. No en vano, la máquina BAZ de 3 ejes construida en 2004 fue su primera gran inversión; hoy, mucho tiempo después de su amortización, sigue siendo la “gallina de los huevos de oro” de la empresa. “Hace unos años, la equipamos con un sistema de sujeción por vacío que yo mismo desarrollé -explica Julian Wiegold- para poder sujetar placas finas de aluminio sin vibraciones”. Estas placas base, diseñadas para un fabricante de ejes, están fresadas y provistas de numerosos agujeros.
Sin embargo, los usuarios de sistemas de sujeción por vacío deben prescindir del clásico sistema de inundación con lubricante refrigerante, ya que la bomba de vacío aspiraría la emulsión y dejaría de funcionar. Julian Wiegold lo vio claro: “Con un sistema de sujeción así, solo era posible trabajar en seco o con MQL”. Sin perder un minuto, construyó su propio sistema MQL basado en alcohol, ya que este es un medio óptimo para trabajar con aluminio y aleaciones de AlMg y AlSi. “Llevamos el alcohol a la herramienta desde el exterior a través de una boquilla”, explica. “La herramienta se enfría por evaporación hasta los - 30 ºC. Además, el alcohol lubrica el filo de la herramienta y prolonga su vida útil. Y otra cosa importante: no hay que limpiar ni desengrasar. El alcohol se evapora sin dejar residuos”.

MQL por alcohol: un sistema con ventajas e inconvenientes
El plan funcionó en la mayoría de los casos de fresado. “Supuso una clara ventaja en comparación con el mecanizado en seco”, afirma Julian Wiegold, a quien le gusta rozar los límites de carga al mecanizar. Su convicción es firme: “El mecanizado se vuelve interesante y lucrativo solo cuando se apuran al máximo las posibilidades de la máquina y la herramienta”. Sin embargo, los sistemas MQL por alcohol encuentran la horma de su zapato con datos de corte elevados, con herramientas largas para fresado profundo y, especialmente, al taladrar. En estos casos, se dispone de refrigeración de la herramienta, pero ni una gota de alcohol llega al filo de corte, con lo que se neutraliza el efecto de la lubricación.
Hay una desventaja más: como el sistema MQL desarrollado por Julian Wiegold no genera altas presiones, la viruta no se expulsa de los canales de la herramienta. Con ello, existe el riesgo de que se bloquee la evacuación de virutas durante la segunda pasada de fresado y de que las virutas se arrastren bajo el filo de corte. En este caso, la vida útil de la herramienta disminuye rápidamente y cabe esperar que se obtengan superficies deficientes en la pieza de trabajo.