Ofrecer una alta calidad, responder a las necesidades y exigencias de los consumidores y diferenciarse de la competencia son algunos de los factores que han impulsado a muchas empresas del sector alimentario a dar un mayor protagonismo e importancia al envase de sus productos. Este artículo nos muestra las tres grandes tendencias que priman hoy en día en envases plásticos: sistemas inteligentes, activos y materiales biodegradables.
En los últimos años los sistemas de envasado para alimentos han evolucionado como respuesta a las cada vez mayores exigencias de los consumidores. La creciente competencia entre las empresas de alimentación ha derivado en la búsqueda de elementos que den mayor valor añadido a sus productos, mejorando no sólo la calidad de los alimentos sino las características de los envases.
Tres son las grandes tendencias actuales en envases plásticos para uso alimentario. La primera de ellas es el desarrollo de envases que ofrezcan información al consumidor acerca del estado del producto que va a adquirir. Para que esto sea posible, a los envases se les incorporan sistemas inteligentes.
Un envase inteligente es aquel que monitoriza las condiciones del alimento envasado y suministra información relativa al estado del envase y del producto (integridad, rotura del precinto, calidad, factor tiempo-temperatura, crecimiento microbiano), y se utiliza en aplicaciones tan diversas como demostración de la autenticidad de un producto, antirrobo, trazabilidad, etc.
Indicadores de tiempo-temperatura
Existen numerosos sistemas patentados pero sólo unos pocos son comercialmente activos, sobre todo los indicadores de tiempo-temperatura. Son pequeños dispositivos en forma de adhesivo que controlan tanto la temperatura del producto como el tiempo y los integran en un solo resultado visual. Se utilizan en Estados Unidos para una gran cantidad de alimentos frescos como carnes y preparados. En Europa se han aplicado para productos de gran calidad.
Un ejemplo son las denominadas tintas mágicas o tintas inteligentes, que cambian de color cuando se produce una alteración indeseable en las condiciones de temperatura, tiempo de almacenamiento, humedad, etc. a las que está sometido un producto. Por el contrario, otras alteraciones de color pueden indicar modificaciones positivas, como un proceso de esterilización completado con éxito, oque se ha alcanzado la temperatura adecuada para consumir un producto.
Entre los sistemas inteligentes más importantes pueden destacarse los indicadores tiempo-temperatura (TTI), los de fugas(se utilizan para advertir de fugas de oxígeno y de dióxido de carbono, y para comprobar la eficacia de los absorbedores), los indicadores de frescura (muy utilizados para indicar el grado de madurez de las frutas) y las etiquetas RF (radiofrecuencia) las cuales aportan información a través de un lector que se encuentra a distancia del envase sobre la identificación del producto, fecha de envasado, precio, etc. y, además, incorporan información acerca del factor tiempo-temperatura, e indican sobre fugas y frescura.
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