La rápida electrificación del transporte por carretera, que está siendo promovida por numerosos países, es un reto para la industria de automoción, pero también para otros muchos sectores: los fabricantes de vehículos no solo son los principales clientes de acero, vidrio y caucho para neumáticos, sino también, cada vez más, de plásticos. Incluso pequeños cambios en las materias primas utilizadas pueden tener efectos económicos importantes. En 2020, se matricularon alrededor de 14,3 millones de nuevos turismos en Europa. En 2017, esta cifra incluso superó los 18 millones de unidades. La empresa de investigación de mercados Ceresana ha analizado ahora específicamente el mercado europeo de plásticos utilizados en turismos.
Plásticos en lugar de acero en los vehículos
Los accionamientos eléctricos utilizan muchos menos componentes que los motores de combustión interna, y también cambian los requisitos de las materias primas: menos calor en el compartimento del motor implica, por ejemplo, que en algunos lugares se puedan utilizar polímeros más baratos en lugar de metales y costosos plásticos especializados.
En los coches eléctricos se prefieren las piezas de plástico ligeras como una manera de compensar el peso de las baterías, que continúa siendo un problema. Aunque el automóvil autónomo y completamente conectado sigue siendo una meta de cara al futuro, el número de pantallas y sensores eléctricos ya está creciendo de manera constante. Incluso las baterías contienen mucho plástico en forma de films enrollados o doblados.
Complejidad del mercado de la movilidad
La demanda de plásticos para turismos está sujeta a muchos factores diferentes. En primer lugar, se encuentra la cantidad de vehículos nuevos fabricados, que se desplomó temporalmente a raíz de la pandemia de COVID-19. Además de la producción de nuevos vehículos, otras cifras clave también determinan el consumo de plástico del sector de la automoción en un país determinado, como el número actual de turismos y el número de kilómetros recorridos. La edad media de los coches determina, por ejemplo, la demanda de repuestos de plástico, necesarios para las reparaciones. El uso compartido de automóviles y los nuevos conceptos de movilidad también tienen un impacto en las ventas de automóviles.
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