Hay una cosa que aborrecen las personas que trabajan en el departamento de fabricación de herramientas de alta tecnología en el Centro de Competencia de Audi para Equipos de Planta y Tecnología de Formación: procesos que carecen de la capacidad para habilitarse digitalmente. Por esta razón, un centro de mecanizado de robots Stäubli ha reemplazado cuatro máquinas de perforación radial en la fabricación de moldes.
Anteriormente, se usaban máquinas de perforación radial para hacer los orificios de ventilación en los moldes. Las desventajas eran que el proceso no era automatizable, costoso en términos de tiempo y mano de obra, e incompatible con la Industria 4.0, que supone el control digital de todos los pasos del proceso.
Recientemente, un robot industrial de alta precisión suministrado por Stäubli se hizo cargo de la perforación de agujeros profundos. Se ha invertido mucha experiencia en la planta. En el centro de mecanizado robótico de ocho metros de largo y siete metros de ancho, se pueden procesar moldes de acero o hierro fundido gris.
Las dimensiones de los moldes pueden ser de hasta 4500 x 2500 x 1000 milímetros y 20000 kilos de peso. Dirigiendo toda la actividad dentro de la celda encontramos un robot Stäubli TX200, con un husillo de mecanizado de 37kW. Este gran robot de seis ejes tiene una carga máxima de 100 kilos y un rango de 2.194 milímetros. Para garantizar que el robot pueda acceder a todas las posiciones de mecanizado, está montado sobre un rail transversal.
El innovador sistema en acción
Se requieren entre 70 y 80 orificios de ventilación para cada mitad de un molde. La perforación de un orificio de ventilación se realiza en tres etapas, la primera de las cuales se llama “reflejo”, seguida de la perforación de un orificio piloto de 30 mm de profundidad y, finalmente, la perforación del orificio real, que oscila entre cuatro y ocho milímetros de diámetro. La característica especial es que el avance lineal de la broca es controlado por el robot. Esto significa que el robot perfora activamente agujeros de ventilación, que pueden tener hasta 120 milímetros de profundidad. Requiere un excelente control de movimiento y rigidez, de lo que solo es capaz el robot Stäubli con su tecnología de accionamiento patentada.
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