La electricidad hace que nuestras vidas sean más cómodas, pero lamentablemente también más peligrosas. El auge de la movilidad eléctrica, las estaciones de carga, las baterías y los sistemas fotovoltaicos está incrementando la necesidad de productos químicos que eviten que los plásticos y otros materiales inflamables ardan o al menos reduzcan la velocidad de los incendios. Ceresana ha analizado por séptima vez el mercado mundial de todo tipo de retardantes de llama, incluyendo retardantes de llama bromados y clorados, así como ATH, organofosforados, ATO y otros aditivos. El nuevo estudio de mercado proporciona cifras sobre la demanda y los ingresos de todo el mercado mundial de retardantes de llama, así como los volúmenes de demanda de las calidades individuales y sus aplicaciones: cada año, se utilizan alrededor de 2,19 millones de toneladas métricas de retardantes de llama en todo el mundo.
Los cables y los materiales de aislamiento requieren protección frente a incendios
Se requieren grandes cantidades de recubrimientos y gelcoats ignífugos para los automóviles, pero también para el transporte público. Prácticamente todos los materiales pueden protegerse frente al fuego y las consecuencias de este, ya sean plásticos, textiles, madera o papel. Ceresana pronostica que el mayor incremento en la demanda de retardantes de llama procederá del sector de la industria de automoción: los investigadores de mercado prevén una tasa de crecimiento interanual de alrededor del 3,1% en este sector hasta 2030.
En la actualidad, con un consumo de casi una tercera parte de la producción total, se espera que el sector de la construcción siga siendo el mayor consumidor de retardantes de llama. Los retardantes de llama son esenciales para las espumas aislantes, pero también, por ejemplo, para el revestimiento de vigas de acero en edificios.
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