El motor eléctrico es mucho más silencioso que un motor diésel o de gasolina, por lo que los ruidos desagradables se notan más durante la conducción. Para los fabricantes de componentes de propulsión utilizados en vehículos eléctricos, esto plantea exigencias mucho mayores en cuanto a la calidad de la superficie de componentes como, por ejemplo, las ruedas dentadas. Los vehículos eléctricos requieren superficies microscópicamente perfectas para ofrecer en todo momento la suavidad de marcha necesaria, incluso a velocidades y pares altos. A este respecto, se mostrarán muchas soluciones adecuadas en GrindingHub, feria que VDW (Asociación Alemana de Fabricantes de Máquinas-herramienta) organiza en Stuttgart (Alemania) del 14 al 17 de mayo.
Precisión en el rango micrométrico
Los propulsores de los vehículos eléctricos deben ser potentes pero compactos, un desafío técnico que requiere componentes de altísima calidad. Por ello, para fabricar los engranajes de los coches eléctricos, se requieren fresadoras y rectificadoras de nueva generación. Ofrecen una precisión extrema hasta el rango micrométrico. Bajo cargas elevadas, es la microgeometría superior la que determina el engrane perfecto de los engranajes. La innovadora tecnología de rectificado permite alcanzar calidades superficiales muy altas, una concentricidad óptima y geometrías perfectas de los flancos de los dientes. También garantiza que los engranajes puedan adaptarse a las frecuencias naturales de la transmisión y amortiguar de manera óptima sus vibraciones.
Para poder ver el contenido completo tienes que estar suscrito. El contenido completo para suscriptores incluye informes y artículos en profundidad