Las estructuras plásticas multicapa proporcionan muchas ventajas en su incorporación al sector del envase. Desde la reducción de su peso, con el consiguiente ahorro económico y ambiental en su fabricación y transporte, hasta la mejora de sus propiedades al proporcionar una combinación de funciones como la sellabilidad, estabilidad estructural y térmica, posibilidad de impresión, etc., y, por supuesto, sus propiedades barrera, que contribuyen a la conservación de los alimentos para garantizar su seguridad y evitar su desperdicio. A pesar de todos estos beneficios, los residuos de los envases multicapa de plástico suponen una gran preocupación medioambiental porque no siempre se gestionan de la mejor manera, siendo aún muy altas las tasas de incineración y vertido.
La separación de las diferentes capas exige nuevas tecnologías o procesos adicionales al reciclado convencional que encarecen el proceso haciéndolo poco viable técnica y económicamente. A esto se suman otras dificultades, como la baja demanda actual de plásticos reciclados, que solo representa el 6% de la demanda total de plásticos en Europa, y que en muchas ocasiones se limitan a aplicaciones de bajo valor añadido.
Para dar respuesta a este reto, Aimplas, Instituto Tecnológico del Plástico, lidera el proyecto Recipam, que cuenta con financiación de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI) y en el que participan Acteco, UBE, Faperin y Repol con la colaboración de Avep.
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