La Comisión Europea publicó el 17 de septiembre su objetivo revisado para reducir las emisiones en un 55% para 2030 en comparación con los niveles de 1990. Si bien la industria siderúrgica europea ya está trabajando arduamente para desarrollar nuevas formas de fabricar aceros de bajo carbono, en opinión de Eurofer, la UE debe implementar un conjunto de medidas concretas, lo antes posible, para garantizar que se logre la descarbonización y, al mismo tiempo, garantizar el crecimiento y la sostenibilidad.
“El éxito del liderazgo climático de la UE no depende de su nivel de ambición, ya sin rival en ningún otro partner mundial importante”, declaró Axel Eggert, director general de la Asociación Europea del Acero (Eurofer), “sino, principalmente, de su capacidad para demostrar que es posible combinar la sostenibilidad ambiental con el crecimiento económico y la aceptación social”.
“El acero europeo ya ha puesto de relieve su ambición por reducir las emisiones de CO2 en un 30% para 2030 desde los niveles de 2018, o un 55% en comparación con 1990, y acercarlo a la neutralidad de carbono para 2050”, declaró Axel Eggert: “Esto solo se podrá lograr en las condiciones adecuadas y con el marco correcto establecido”.
Este marco consiste en el apoyo a la inversión en innovación y despliegue, la creación de un mercado de materiales ecológicos, la disponibilidad de las fuentes de energía renovables apropiadas, un terreno de juego internacional nivelado y la aplicación de los instrumentos de defensa comercial de la UE frente a distorsiones comerciales de terceros países. Este marco debe establecerse con urgencia, según Eurofer.
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