El regulador del mercado eléctrico británico Ofgem ha concedido al consorcio formado por Iberdrola, a través de su filial ScottishPower Energy Networks, y National Grid Electricity Transmission (NGET), la aprobación provisional para construir la línea de conducción eléctrica que unirá Escocia con el noreste de Inglaterra con capacidad de 2 gigavatios (GW).Se trata de uno de los dos cables submarinos que conforman el proyecto Eastern Link y que incluye otro cable de la misma naturaleza y capacidad que está siendo desarrollado por el consorcio entre la compañía eléctrica SSE y National Grid.
Según Ofgem, esta nueva infraestructura de transmisión es necesaria para mejorar la capacidad de la red de interconexión entre Escocia e Inglaterra y permitir que la energía renovable producida en Escocia llegue a las regiones del país con mayor consumo energético. Con un coste estimado de 3.400 millones de libras para los dos enlaces, Eastern Link sería el mayor proyecto de inversión en transmisión eléctrica de la historia reciente de Gran Bretaña.
Juntos, los dos cables formarán una superautopista submarina capaz de transportar suficiente electricidad para cubrir la demanda de unos cuatro millones de hogares británicos. El trazado del proyecto de Iberdrola y National Grid comprende un recorrido entre Torness (Escocia) y Hawthorn Pit (Inglaterra) mientras que el proyecto de SSE y NGET unirá las localidades de Peterhead (Escocia) y Selby (Inglaterra).
Ofgem ha afirmado que el avance en las interconexiones, esenciales en la transición energética del Reino Unido, representa un claro beneficio para los consumidores. Asimismo, la decisión de Ofgem permitirá acelerar las inversiones en fuentes de energía renovable, indispensables para la descarbonización y la independencia energética del país.
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