Primero fueron el Brexit, las guerras comerciales y los cambios estructurales en industrias clave; ahora es la pandemia provocada por el coronavirus; hasta la fecha, según VDW, los fabricantes de máquinas-herramienta solo se han visto afectados tangencialmente por los reveses económicos, pero ahora se enfrentan a amenazas cada vez mayores. La ingeniería médica viene a la mente cuando se piensa en mercados que aún tienen potencial de crecimiento. Sin embargo, Niklas Kuczaty, director general del Grupo de Trabajo de Tecnología Médica de VDMA, se muestra algo escéptico: “La ingeniería médica es una industria muy compleja. Aquellos que buscan un punto de apoyo necesitan mostrar compromiso y determinación, y sobre todo poder de permanencia, para que cualquier inversión valga la pena”.
El aseguramiento de la calidad desempeña un papel decisivo. En lo que se refiere a la salud, no hay lugar para componendas. “Cualquiera que quiera incorporarse al sector de la ingeniería médica necesita saber dónde se está metiendo”, enfatiza Christian Rotsch, jefe del Departamento de Ingeniería Médica del Instituto Fraunhofer para Máquinas-herramienta y Tecnología de Deformación (IWU). Considera que la certificación ISO 9001 es un requerimiento básico. El propio Fraunhofer IWU cuenta la certificación ISO 9001 y también posee la certificación de gestión de calidad ISO 13485 para dispositivos médicos.
El Instituto Fraunhofer IWU está involucrado en numerosos proyectos de ingeniería médica.
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