Mapal -representada en España por Ayma Herramientas- siempre ha tenido fuertes vínculos con la industria automotriz. En consecuencia, este sector tiene una influencia significativa en la empresa. La industria de componentes de automoción ha hecho frente a la caída de las cifras de ventas de automóviles desde 2018. Esto se ha debido en parte a problemas globales como el Brexit, el escándalo del diésel, los conflictos comerciales y la inestabilidad política. También ha estado relacionado con la cuestión de la movilidad futura y la transición hacia conceptos de propulsión alternativos.
Mapal fue sacudida con toda la fuerza por la recesión, con un ligero retraso, en el segundo semestre de 2019. En particular, los pedidos de proyectos, que son un tema clave para la compañía, se redujeron de manera notoria. Mapal siguió creciendo en el primer semestre del año, por lo que parte de la caída se compensó en el conjunto del año. En total, el volumen de ventas del grupo en 2019 solo se redujo ligeramente en un 3%, hasta 620 millones de euros.
Además de ello, en 2020 llegó la crisis mundial provocada por el coronavirus. En primer lugar, Mapal China, la segunda planta de mayor tamaño del Grupo, tuvo que cerrar durante varias semanas. Posteriormente, el virus llegó al resto de mercados. El cierre de la producción mundial provocó la falta de pedidos en Mapal. La situación en la industria automotriz, ya asolada por la crisis, se deterioró aún más. Las cifras de producción se desplomaron.
El segundo mayor mercado de herramientas Mapal, la industria aeroespacial, también experimentó una crisis como resultado de la pandemia. Los aviones no volaron, los pedidos de aviones se cancelaron en masa y el sector tuvo que hacer frente a una caída en la facturación de hasta el 90%. En consecuencia, Mapal solo recibió algunos pedidos de este sector.
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