SlimLine de Kistler es un transductor de fuerza que es nueve veces más sensible que los sensores SlimLine comparables.
Dos características únicas del nuevo sensor SlimLine 9132CD cumplen con los requisitos para la medición de fuerza en procesos de fabricación complejos, a saber, el material piezoeléctrico y el cable de conexión flexible.
Sin embargo, un sensor es tan bueno como su cable de conexión. En entornos de producción exigentes, el cable de conexión puede estar bajo mucha tensión y convertirse en un factor vital en la velocidad de producción. El 9132CD responde a este desafío con un cable de conexión altamente flexible integrado que puede soportar al menos 10 millones de ciclos en la cadena de arrastre con un radio de curvatura de 30 mm.
Un pequeño gigante
Debido a estas características y su diseño pequeño y liviano, el sensor de fuerza 9132CD SlimLine es adecuado para muchos campos de aplicación exigentes. Además de medir fuerzas en plantas de ensamblaje automático y estaciones de selección y colocación, los sensores se pueden usar en máquinas de unión de chips en la industria de semiconductores, procesos de unión complejos en el sector médico o para mediciones de contacto de llaves, interruptores y relés. “Identificamos un requisito en el mercado donde las fuerzas más bajas deben medirse en procesos altamente dinámicos en lugares muy pequeños. Combinando conceptos existentes, como el diseño de nuestra serie SlimLine C, con el nuevo cristal empleado por primera vez en el sensor de alta sensibilidad 9323AAA, pudimos resolver el problema. Este es un ejemplo típico de cómo impulsamos la innovación en Kistler”, dice Stefan Schaefer, gerente de producto de Kistler Group.
Kistler
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