Renishaw proporciona soluciones completas para fabricación aditiva metálica. Sus soluciones, diseñadas para una amplia gama de clientes del sector, desde los principales fabricantes de sistemas originales a profesionales autónomos, incluyen sistemas de fabricación aditiva de metales, polvo metálico, equipos auxiliares, accesorios, software, asesoramiento experto y formación, y centros de soluciones globales. Renishaw diseña y fabrica los sistemas avanzados de fabricación aditiva de metales para atender la demanda de una extensa gama de aplicaciones industriales, donde la durabilidad, las piezas a medida y la precisión son cruciales. En la siguiente entrevista Marc Gardon, Additive Manufacturing Technical manager EMEA explica los principales entresijos de esta tecnología.
Desde que Renishaw adoptó la tecnología de fabricación aditiva hasta la actualidad, ¿cuál ha sido la evolución experimentada?
La fabricación aditiva ha pasado de ser una tecnología asociada al I+D y el prototipado a la producción industrial. Cada año, el número de máquinas instaladas no deja de crecer, así como el conocimiento de esta tecnología tanto en las empresas como en centros tecnológicos. Sistemas de control avanzados han permitido una precisión superior, así como un proceso consistente de manufactura. Los esfuerzos asociados a las mejoras en software han logrado obtener geometrías y diseños complejos con unas propiedades mecánicas óptimas. Adicionalmente, se ha podido desarrollar múltiples materiales, lo cual ha permitido ampliar el porfolio de productos que los usuarios de los equipos de Renishaw pueden ofertar en sus sectores correspondientes.
Desde industrias altamente reguladas como la aeronáutica y biomédica, pasando por aplicaciones nicho en el sector energético, motor deportivo o el amplio sector del molde, Renishaw ha tenido como objetivo reducir el coste por pieza e incrementar la productividad. Para ello, equipos como RenAM 500S de un solo láser o RenAM 500Q con 4 láseres en un volumen de 250x250x350 mm y sistemas de cribado y recirculación automática de polvo han sido fundamentales para lograr una efectiva implementación industrial. Sin embargo, pese a incrementar la capacidad productiva, se ha logrado incluso mejorar la calidad mediante tecnologías de monitorización de proceso y fusión del polvo.
¿Nos puede describir de la tecnología?
LPBF (Laser Powder Bed Fusion) también conocido como SLM (Selective Laser Melting) es un proceso de fabricación que utiliza uno o múltiples láseres de alta potencia para fundir de forma selectiva capas de polvo metálico hasta crear un objeto tridimensional. Esta tecnología utiliza un software específico que secciona un diseño asistido por computador (CAD) y aplica todos los parámetros de fabricación para elaborar un archivo que se carga posteriormente en la máquina. Los equipos industriales constan de una plataforma de construcción, la distribución y correspondiente recirculación de polvo y un sistema óptico que emite los láseres.
¿Qué precisión se consigue?
La precisión de la pieza depende el material, parámetros de proceso y espesor de capa utilizado, así como el tamaño del haz con el que se trabaje. En entornos productivos, es posible obtener a una precisión de ± 50 µm.
Facilidad de preparación de los trabajos desde el punto de vista de la preparación de la máquina, formación y preparación del operario
El flujo de trabajo desde el diseño CAD hasta la pieza imprimida ha sido altamente optimizado. Una vez se obtiene de una geometría apta para ser fabricada, Renishaw dispone de un software propio llamado QuantAM para distribuir las geometrías en la plataforma de trabajo, así como orientarlas y soportarlas. Posteriormente, se carga de forma telemática el archivo de fabricación en la máquina.
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