La funcionalidad de los lubricantes refrigerantes se ve influenciada en gran medida por la calidad del agua utilizada. No es de sorprender, si se considera que la parte de agua en emulsiones con frecuencia es superior al 90%, y en soluciones incluso superior al 95%. Rhenus Lub indica cuáles son los factores esenciales a tener en cuenta.
El factor del valor pH
Un parámetro importante del agua para el mezclado es el valor pH. Un valor de 7 es óptimo, ya que el agua se comportará de manera neutral. Valores de pH de hasta 9 aún son tolerables, siempre y cuando no existan otros motivos en contra del uso de este tipo de agua. Lo que es inaceptable son valores de pH inferiores a 6. Este tipo de agua podría reducir el valor pH de la emulsión de lubricante refrigerante desde el momento de prepararla, lo que tendría consecuencias de gran alcance, como por ejemplo la reducción de la protección contra la corrosión.
El factor de la dureza total
La dureza total también es un factor decisivo para un agua óptima para el mezclado. Es una de las magnitudes técnicas más importantes para la aplicación e influye de manera determinante sobre la calidad. ¿Por qué? Una calidad de agua demasiado dura puede tener como consecuencia que las sustancias endurecedoras reaccionen con emulgentes aniónicos para convertirse en compuestos difícilmente solubles (conocidos como jabones de cal). Las consecuencias: filtros obturados y depósitos sobre piezas, herramientas y en máquinas. De la misma forma, un agua demasiado blanda tampoco es buena para emulsiones, ya que fomenta la creación de espuma.
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