Los automóviles de Tesla suelen usarse como ejemplo de que los vehículos eléctricos (VE) no necesitan múltiples engranajes o transmisión dual. Para ser exactos, esto es aplicable a todos, salvo aquellos que sí los necesitan. Dado que la tendencia de los VE de varios engranajes coge fuerza, Mats Wennmo, director general de transmisiones de automoción de Sandvik Coromant, explica cómo un proceso conocido como el power skiving puede ayudar a los fabricantes de VE a adoptar esta tendencia con tiempos de mecanizado muy reducidos.
Los vehículos modelo S, modelo X y modelo 3 de motor dual de Tesla presentan dos engranajes diferentes: uno delantero y otro trasero. El potencial de los VE con múltiples engranajes ha sido explorado por Porsche, quien ha confirmado que su vehículo eléctrico Taycan tendrá una caja de cambios de dos velocidades. Los vehículos eléctricos de Polestar, Volvo, Lucid y Volkswagen también tienen transmisiones, pero estas no son como las que se tenían en el pasado. Entre las nuevas tecnologías, se encuentra una unidad propulsora transaxial de VE de dos velocidades anunciada por ZF, fabricante de sistemas técnicos para vehículos.
Las múltiples relaciones de transmisión de los VE ofrecen varias ventajas de rendimiento. Pero, si los VE de varios engranajes como los de Porsche y Tesla demuestran ser un éxito, ¿cómo pueden el resto de los fabricantes seguir su ejemplo garantizando la rentabilidad de su producción?
Las principales razones por las que los VE necesitan transmisiones son dos. En primer lugar, la relación de par/revoluciones por minuto (rpm) no es la misma en un VE que en un vehículo de combustión interna. En los VE, es difícil conseguir par/aceleración de la batería sin una transmisión. Un par elevado incrementa la carga puesta en los flancos del engranaje y, de la mano de las rpm grandes, cobra importancia la reducción del ruido, dado que los VE no tienen un motor que oculte el sonido.
Por otra parte, el aumento de las rpm de los VE incrementa los requisitos de calidad de la transmisión, lo que complica enormemente el uso de métodos de mecanizado convencionales. Aquí, la fila de máquinas va sumando desviaciones a los engranajes cada vez que el componente cambia de una a otra. Las transmisiones de los VE son principalmente planetarias, cuyo diseño compacto también redujo el peso y el espacio necesarios para la transmisión. Algunas transmisiones también se llaman transmisiones de reducción, dado que la tarea es reducir el par y las rpm al principio.
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