Cuando se trabaja con metal, la elección de la herramienta o de la estrategia de mecanizado puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. Los residuos, la baja productividad y los componentes rechazados son señal de un proceso de mecanizado deficiente. También son señal de un mecanizado poco respetuoso con el medio ambiente. La elección de las herramientas y los procesos correctos permite incrementar drásticamente la sostenibilidad del mecanizado, pero muchos talleres desconocen estas ventajas. Matilda Gynnerstedt, directora de gestión de productos de torneado en Sandvik Coromant, explora las herramientas y tecnologías que mejoran la productividad, reducen los residuos y mejoran la sostenibilidad del corte de metal.
Los metales son el ADN del mundo industrializado contemporáneo. Desde el acero de nuestros edificios y el aluminio de nuestros coches, hasta el titanio de los aviones modernos y el cobre de los aparatos electrónicos, los metales son componentes importantes de nuestra economía. Y su prevalencia no va a disminuir. Mientras los gobiernos de todo el mundo implementan planes de descarbonización, la demanda de tecnologías renovables hará que siga aumentando nuestra dependencia del metal. De hecho, la hoja de ruta Steel and Iron Technology Roadmap de la Agencia Internacional de la Energía (IEA) afirma que la demanda global de acero aumentará en más de un tercio hasta 2050.
Pero, a medida que aumenta la demanda de metal, también lo hacen las expectativas sobre cómo se obtienen, producen y utilizan los metales en la fabricación.
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