Como sociedad, todos colaboramos en pro de unos objetivos de sostenibilidad comunes. Ya sea para poner freno al calentamiento global, como se indica en el Acuerdo de París; para dar el salto al transporte eléctrico, o como parte de los objetivos de cero emisiones netas de cada nación, el mundo tiene un mismo objetivo. Pero la industria también juega su papel. Además de centrarse en los objetivos globales, los fabricantes deben tener sus propios objetivos de sostenibilidad y, sobre todo, deben estar basados en datos. Anders Dellblad, jefe de suministro sostenible en Sandvik Coromant, comparte sus consejos para fijar unos objetivos de sostenibilidad viables y eficaces.
La doctrina de Friedman, también llamada teoría de los accionistas, es una teoría de ética empresarial avanzada elaborada por el economista Milton Friedman. En ella, determina que el único objetivo de una empresa es generar el máximo beneficio posible para sus accionistas. Hoy en día, esta explicación está anticuada y probablemente sea irresponsable.
Las empresas siguen queriendo que su trabajo genere beneficios; eso es innegociable. Sin embargo, el beneficio no puede estar por encima de las personas y el planeta. Empresas de todos los tamaños y sectores se centran ahora en otro aspecto innegociable del negocio: la sostenibilidad.
Los objetivos de sostenibilidad de las empresas suelen coincidir con los acuerdos publicados y aprobados a nivel mundial, como los del Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. Sin embargo, también es importante desarrollar objetivos específicos para cada empresa que le ayuden a mejorar sus credenciales de sostenibilidad y, al mismo tiempo, apoyen el crecimiento del negocio. Así pues, ¿cómo deben las empresas de fabricación fijar sus propios objetivos?
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