Según un reciente estudio, un tercio de los fabricantes afirma que acelerará sus inversiones en herramientas de automatización. Esto, ¿cómo afectará al difícil negocio del mecanizado de composites? Aaron Howcroft, jefe global de producto en Sandvik Coromant, explica cómo su propia herramienta de corte CoroDrill® 863-O podría ayudar a los fabricantes a replantearse su enfoque sobre el mecanizado de composites gracias a la tecnología de la deposición química en fase de vapor (CVD).
Al taladrar agujeros en la mayoría de piezas aeroespaciales, los fabricantes tienen tres oportunidades de conseguir el agujero correcto, tras lo cual lograr un agujero con las especificaciones de diseño necesarias será imposible. Si un solo agujero pierde una de esas tres oportunidades en cuanto al diámetro, el acabado superficial o el delaminado, habrá que desechar el componente completo. Dado el alto valor de los componentes aeroespaciales, se trata de un negocio arriesgado. Esto es muy aplicable al mecanizado de materiales de composites, que supone un mecanizado extremadamente exigente.
El mecanizado de agujeros se ha convertido en uno de los procesos de mecanizado más habituales al trabajar con composites. Mecanizar materiales de composites -que combinan dos o más materiales con diferentes propiedades físicas y químicas- implica cortar o fracturar la parte de fibra del material. Si se hace de manera incorrecta, las capas del material de composite se despegan. Este fenómeno se conoce como delaminado, lo que, según los clientes de Sandvik Coromant, es el factor más restrictivo en su producción.
El delaminado afecta a la calidad y la repetibilidad del agujero; la calidad y la integridad del producto final, y los beneficios del fabricante. “Digo integridad porque mejorar la calidad del agujero es de vital importancia para evitar el fallo de la pieza y viene definido, en gran medida, por el proceso de fabricación utilizado para mecanizar o acabar los agujeros”, explica Aaron Howcroft.
La temperatura generada durante el mecanizado de composites también es considerable. La mala conductividad del calor del material y la ausencia de virutas suponen un riesgo para la resina que mantiene unidas las fibras. En otras palabras, el mecanizado de composites subraya las debilidades del proceso de mecanizado que de otro modo podrían pasar desapercibidas.
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