Scania es conocida por su amplia gama de opciones de cadenas cinemáticas de bajas emisiones de carbono y ahora presenta un nuevo motor de gas de 13 litros que funciona tanto con gas natural, como con biogás en estado comprimido o líquido, así como nuevas opciones de depósito.
El nuevo motor permite a los operadores de transporte dar grandes pasos hacia la sostenibilidad. “Nuestro motor de gas de 13 litros y las nuevas opciones de depósito facilitan a los operadores de transporte el cambio al biogás sin problemas de autonomía y sin dejar de proporcionar la potencia necesaria para cualquier operación. Otra ventaja es que no requiere una gran inversión”, declara Jonas Strömberg, director de sostenibilidad de Scania buses y autocares.
Actualmente, el biogás se utiliza en forma comprimida principalmente en autobuses urbanos y suburbanos, automóviles y vehículos de transporte ligero, pero hasta ahora ha sido una opción menos competitiva para vehículos pesados de larga distancia. En los últimos años se han desarrollado tecnologías que permiten refrigerar el biogás para convertirlo en líquido, lo que también lo hace más denso energéticamente. Esto facilita el uso del gas para el transporte pesado. Ya es una realidad en los autocares Scania gracias a las nuevas opciones de motor y depósito. «El biogás será una de las herramientas clave para la descarbonización del transporte pesado, especialmente para operaciones de larga distancia y trayectos interurbanos. La mitad de la flota de gas de transporte pesado de Europa podría funcionar con biogás en 2025», afirma Jonas Strömberg. La expansión de la infraestructura de depósitos para el gas licuado en Europa también está en marcha.
Scania ha estado desarrollando motores para gas comprimido y licuado durante más de un siglo y ahora pone esta tecnología a disposición de los operadores que necesiten más potencia de motor. El motor admite tanto el gas licuado (GBL/GNL), como el gas comprimido (GBC/GNC), por lo que tiene muchas ventajas: puede utilizar combustibles no fósiles, renovables, producidos localmente que reducen las emisiones. “El biogás no es solo uno de los combustibles con las menores emisiones de CO2, sino que también resuelve los problemas de residuos locales, crea puestos de trabajo a nivel regional y devuelve carbono y nutrientes al suelo. Es economía circular puesta en práctica”, añade Jonas Strömberg.
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