La transición energética se hace cada vez más patente a nivel europeo. Esto se debe a que tiene que garantizar una generación segura y transfronteriza de electricidad a partir de energías renovables. Un ejemplo de éxito es la conexión NordLink entre Alemania y Noruega. Y seguirán más a medida que se acelere la construcción de autopistas eléctricas en todo el planeta. A los fabricantes de cables les esperan grandes pedidos.
A primera vista, la línea de corriente continua SuedLink, de 700 km de longitud, que une el norte con el sur de Alemania es solo una conexión para transportar la energía generada por la energía eólica en el norte hasta Baviera y Baden-Württemberg. Pero, según la Agencia Federal de Redes de Alemania, también facilita, junto con NordLink, la integración en la red de transporte europea. Esto significa, por ejemplo, que la energía hidroeléctrica de Escandinavia y de los países alpinos se puede combinar con la energía eólica y fotovoltaica alemana. Ya se ha dado el visto bueno a la construcción de SuedLink y está previsto que la línea entre en funcionamiento en 2028.
SuedLink tendrá una potencia de transmisión de 4 gigavatios, con una longitud de cable de 3.040 km y una tensión total de 1.050 kilovoltios. La sección del conductor de los cables de cobre es de 2.100 mm² y los cables tienen un diámetro de 13,1 cm. Los cables están diseñados de manera que los campos eléctricos permanezcan en los cables. Las fibras ópticas integradas permiten el diagnóstico y la localización de errores. Según TenneT, se prevé que los cables subterráneos tengan una vida útil de 60 a 80 años. Los cables son producidos por dos fabricantes en cinco plantas de producción. A lo largo de la línea, se dispondrá de ocho zonas de logística de cables y, a lo largo del recorrido, están previstas 465 zonas de devanado.
Para poder ver el contenido completo tienes que estar suscrito. El contenido completo para suscriptores incluye informes y artículos en profundidad