Hasta el año 1972, la “E collet” constituía el estándar técnico. Tras el mecanizado, las pinzas estaban ancladas de manera tan firme en los soportes que apenas se podían extraer. Con la ayuda de barras y varillas de madera, la pinza se extraía por la parte inferior del soporte con un martillo. Esto requería mucha fuerza, dañaba la parte trasera de la pinza y reducía de manera considerable la vida útil de las herramientas.
Fritz Weber y Rego-Fix asumieron el reto de solucionar este problema. Cogieron la pinza E y crearon la pinza ER.
“La visión de nuestro padre de que la industria requería millones de pinzas ER fue recibida con incredulidad por muchos; hoy sabemos que tenía razón”, declara Stefan Weber, vicepresidente e hijo del fundador Fritz Weber.
Pero, ¿qué hay realmente detrás de la innovación? La parte exterior de la pinza ahora poseía una ranura, que se insertaba en el anillo excéntrico de la tuerca de sujeción de reciente creación. De esta forma, la pinza podría extraerse directamente del soporte tras desenroscar la tuerca.
Además, la pinza ER tiene más rendijas, lo que facilita un rango de sujeción de 0,5 mm a 1 mm. Se añadió una “R” al nombre; Rego-Fix ofrece esta solución hasta el día de hoy en el sistema de sujeción “más utilizado en el mundo”, según la compañía. Hoy en día, todas las pinzas ER aún se fabrican en la ciudad suiza de Tenniken.
Norma DIN 6499
En los siguientes años, la pinza ER disfrutó de un reconocimiento considerable. Como resultado, en 1992, se declaró la norma DIN 6499 y hoy en día se puede encontrar en miles de centros de mecanizado en todo el mundo.
Para poder ver el contenido completo tienes que estar suscrito. El contenido completo para suscriptores incluye informes y artículos en profundidad