El mundo de las máquinas de gran productividad se divide en dos grandes familias: las máquinas transfer, por un lado, y los tornos multihusillos, por el otro. En general, las máquinas transfer están previstas para realizar tareas complejas y, en la mayoría de casos, se usan para mecanizar piezas sujetas en un sistema de amarre, pinza o plato de garras.
Tradicionalmente, las máquinas multihusillos ofrecen la ventaja de tener la capacidad de mecanizar piezas menos elaboradas de material en barras. Pero, ¿sigue siendo válido hoy en día? ¿Qué ocurre si se combinan las capacidades de fresado de una máquina transfer con una máquina multihusillos? Tornos resuelve estas dudas.
MultiSwiss: flexibilidad como principal ventaja
Las máquinas MultiSwiss de Tornos disponen de una zona de mecanizado modular que permite equiparlas con distintas opciones, incluyendo numerosas unidades de herramientas giratorias utilizadas para realizar tareas de fresado. La zona de mecanizado es muy espaciosa, está ventilada y es muy ergonómica. El operador puede entrar en la máquina para realizar los trabajos de puesta a punto. Sobre este base, los productos MultiSwiss han adquirido una gran reputación por su flexibilidad. Tanto en Europa como en América o Asia, cada usuario llega a la misma conclusión: la máquina puede ponerse a punto de forma tan rápida como un torno monohusillos. En cambio, su productividad es 5, 6 o incluso 8 veces mayor.
Las MultiSwiss permiten un mayor nivel de producción, mejorando drásticamente la calidad de la pieza al mismo tiempo. Gracias a su sistema de cojinetes hidrostáticos, el husillo es extremadamente estable, sea cual sea la carga. Esta estabilidad tiene un efecto positivo en la vida útil de las herramientas: cuanto más duro es el material, mejor puede exhibir la máquina su impresionante eficacia.
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