La energía eólica offshore es una fuente de energía de muy rápido crecimiento gracias a que proporciona altas potencias a la red de forma estable y a costes muy competitivos. Aun así, uno de los mayores problemas de esta energía viene dado por el difícil acceso a los aerogeneradores y por las complicadas condiciones ambientales del mar, que aumentan sustancialmente los costes de operación y mantenimiento (O&M) frente a los parques instalados en tierra. Estos costes pueden llegar a suponer un 30% del coste nivelado de la energía para un parque eólico offshore.
En concreto, la corrosión es la causa raíz de los altos costes de O&M y del fallo en las estructuras offshore, ya que tiene la menor probabilidad de detección y la mayor gravedad en caso de fallo. El seguimiento inadecuado de la protección frente a la corrosión y la gestión inadecuada de la misma suelen provocar la degradación de las estructuras de soporte de las turbinas eólicas marinas. Además, el coste de reparación del sistema de protección frente a la corrosión puede ser mucho mayor que el coste de la instalación inicial de dicho sistema por sí solo.
En este contexto, en 2019 nació el proyecto Watereye, enmarcado dentro del Programa de Investigación e Innovación Horizon 2020 de la Unión Europea y financiado con 4,7 millones de euros. El centro tecnológico Ceit ha liderado este proyecto de tres años de duración en el que han participado las empresas Cobra (España), Semantic Web Company (Austria) y Delft Dynamics (Países Bajos); los Centros de Investigación y Desarrollo Flanders Make (Bélgica), Plocan (España) y Sintef (Noruega) y la Universidad Técnica de Delft (Países Bajos).
Watereye busca mejorar el funcionamiento de los parques eólicos marinos
El objetivo principal del proyecto Watereye es reducir los costes de operación y mantenimiento de los aerogeneradores offshore, contribuyendo a mejorar el funcionamiento de los parques eólicos marinos mediante el seguimiento remoto de su salud estructural. Para ello, se ha propuesto un novedoso sistema de monitorización en tiempo real de la corrosión, que es un problema importante en este tipo de estructuras marinas. “El sistema que se ha desarrollado está basado en ultrasonidos y busca monitorizar en continuo la estructura de acero desde el interior de la torre offshore, donde se despliegan unos nodos sensores que miden el espesor de la estructura y, con ello, su pérdida de grosor debido al fenómeno de la corrosión”, explica Ainhoa Cortés, investigadora de Ceit.
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